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SANTO DOMINGO.-Desde el inicio y hasta el final del día, el tapón no cede. Ya no hay hora pico, pues todas lo son. En la capital siempre hay congestión de vehículos.
Las limitaciones de movimiento por el Covid-19, el pago del salario trece, los gastos en los que se incurren por las festividades navideñas y el traslado hacia el interior del país, han incrementado aún más esta realidad a la que tienen que enfrentarse los conductores diariamente.
