Sumando equivocaciones

Sumando equivocaciones

Sumando equivocaciones

Lady Reyes, editora de Vida y Estilo, periódico El Día.

Aunque nos esforcemos por hacerlo, es imposible no cometer errores… y qué bien que es así, porque solo así crecemos, pues los humanos nos nutrimos con lo que germina en nuestro fracturado sendero.

Aunque muchas de éstas situaciones no las buscamos voluntariamente, las fallas nos enseñan que somos seres humanos y gracias a ellas podemos ir modelando nuestro verdadero ser.

Con ellas nos damos cuenta que sí queremos y qué no nos conviene ser o tener cerca.

Así que “todos nos equivocamos” y quien diga lo contrario miente, pero sobre todo, quien tarde en aceptarlo más sufrirá y será menos feliz.

Debemos siempre recordar que los errores, por un lado, son una oportunidad de aprender, y, por otro, hay que asumirlos y corregirlos de inmediato sin hacer de ello una montaña de lamentaciones.

Es imprescindible definir bien nuestra responsabilidad en el error, pues asumirla nos permitirá mejorar constantemente y ser honestos con nosotros mismos.

Es importante tener claro que crecemos del suelo de nuestros errores y, muy a menudo, algo o alguien nos obliga a soltar lo que nos cuesta trabajo dejar atrás… y es en este momento que debemos tener los ojos bien abiertos para no dejar pasar la oportunidad de ser mejores de lo que ya somos.

No seamos parte de esa gran mayoría que es incapaz de reconocer que cometió un error; o peor aún, que es incapaz de pedir disculpas. Algo tan simple y poderoso.

Aunque la parte más difícil es reconocer y admitir con sinceridad que uno estaba equivocado, es también la más aleccionadora.



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