Puerto Príncipe.- El cólera ha causado ya 174 muertes en Haití (117 en centros y 57 en domicilios) solo un mes y medio después de su reaparición en el país, informó este jueves el Ministerio de Salud.
Además, hay 9.317 casos sospechosos, 807 confirmados y 8.146 hospitalizados en nueve departamentos geográficos afectados por la enfermedad, aunque el más golpeado es el de Oeste (716 casos confirmados para 8.650 sospechosos).
Según datos del departamento de Salud, el 60 % de los casos sospechosos corresponde a hombres y el 40 % a mujeres, con una tasa de positividad de la enfermedad del 39,25 %.
VULNERABILIDAD DE MENORES Y EMBARAZADAS
El grupo de edad más afectado hasta ahora es el de niños de 1 a 4 años con 138 casos confirmados, seguido por el de 30 a 39 años, con 133.
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), casi el 40 % de los casos sospechosos se da entre menores de 15 años y también son muy vulnerables las mujeres embarazadas, en especial en el último trimestre de gestación.
Dependiendo de la gravedad de la enfermedad y la deshidratación, entre 675 y 1.125 mujeres corren el riesgo de dar a luz prematuramente o de tener bebés muertos.
También, subraya la ONU en Haití, hay que prestar especial atención a las personas con discapacidad, que tienen más dificultades para acceder a los servicios básicos.
En cuanto a los desplazados, la OCHA llama la atención sobre sus condiciones de vida en unos lugares insalubres, una situación “extremadamente propicia para la propagación de la enfermedad».
A 31 de agosto, de los 96.000 desplazados por la violencia de las bandas armadas, más de 21.000 vivían en emplazamientos improvisados en la capital.
El flujo de desplazados sigue aumentando, debido a la violencia de los grupos armados en los barrios especialmente afectados por el cólera.
LLAMAMIENTO PARA CONSEGUIR FONDOS
Tan solo entre el 3 y el 11 de noviembre, los casos sospechosos de la enfermedad se incrementaron en un 72%.
Aunque la mayoría se concentra en municipios del departamento del Oeste, especialmente en Cité Soleil y Puerto Príncipe, también se han confirmado casos en los departamentos de Centro, Artibonite y Grand’Anse, así como en Nippes, Noreste, Sur y Sureste.
Ante esta situación, el Gobierno haitiano, las Naciones Unidas y otros socios hicieron el pasado martes un llamamiento para conseguir 145,6 millones de dólares, a fin de apoyar la respuesta de emergencia ante el cólera y proporcionar asistencia a 1,4 millones de personas que viven en las zonas más afectadas.
“A medida que el número de casos sospechosos sigue aumentando, preocupa que la propagación de la enfermedad llegue rápidamente a otros centros urbanos del país”, alertó la OCHA, que afirmó que los grupos de personas vulnerables tienen un mayor riesgo de contraer cólera.
Según la Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), entre 300.000 y 500.000 personas corren peligro de enfermar.
La reaparición del cólera se produce en un contexto de crisis sociopolítica, de seguridad y humanitaria que ha paralizado el país, aunque la reciente reanudación de la actividad en la terminal petrolera de Varreux debería facilitar la recuperación.
El bloqueo de la principal terminal del país por parte de la coalición de bandas “G9 en famille et alliés” restringió durante semanas a niveles críticos el funcionamiento de servicios básicos como la electricidad, la distribución de agua y las telecomunicaciones.
Incluso, los centros de salud y los hospitales tuvieron que cerrar o reducir sus actividades ante la escasez de combustible y las dificultades del personal sanitario para llegar al trabajo.
Si bien Haití ha experimentado brotes de cólera en el pasado, especialmente tras el terremoto de 2010, ahora la situación es muy diferente, pues la falta de combustible y la inseguridad dificultan la movilización de la ayuda humanitaria urgente.
Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH, por sus siglas en francés) documentó más de 1.300 asesinatos, lesiones y desapariciones en enfrentamientos armados entre la Policía y las bandas.
Solo en octubre, la actividad de las bandas causó la muerte a 206 civiles y heridas a 110, mientras que 138 personas fueron secuestradas.