La entrega al Congreso de las modificaciones a la Constitución propuestas por el presidente Abinader inicia la serie de propuestas de reformas que incluyen aspectos fiscales y otros.
Lo de poner “candado” a que un presidente no pueda serlo por más de dos períodos no me agrada porque estimo que los ciudadanos deben elegir o no a cualquiera con sus votos.
Igualmente creo innecesario que se cambie cómo se designa al Procurador General, pues el método no guarda relación con su independencia ni efectividad, como demostró un sesudo análisis de Andy Dauhajre.
Lo que sí estimo necesario es reducir la cantidad de diputados de 190 a 137. Si pasa esa modificación habría sólo 110 diputados por demarcaciones, una provechosa reducción.
Lo de aumentar a 20 los llamados diputados nacionales me luce antidemocrático pues faculta al líder de cada partido a prácticamente regalar curules.
En cuanto a los siete de las comunidades del exterior, nunca he entendido qué hacen. “Les jeux son faits”, como tituló Sartre su novela sobre la predestinación.
Distinto al azar, los gobiernos logran éxitos o fracasos según las decisiones de sus líderes, incluyendo a quiénes confiar funciones públicas.