Una mujer sudanesa que fue liberada el lunes del corredor de la muerte, fue arrestada de nuevo junto a su familia en el aeropuerto de Jartum, según le informaron fuentes a la BBC.
Meriam Ibrahim, de 27 años, había sido sentenciada a morir en la horca en mayo por haber renunciado al Islam.
La sentencia que había desatado una gran indignación dentro y fuera del país.
En la cárcel, poco después de ser condenada, Ibrahim había dado a luz a una niña.
Los reportes aseguran que cerca de 40 agentes de seguridad la detuvieron este martes junto a su marido Daniel Wani y sus dos hijos en el aeropuerto.
A EE.UU.
El lunes Wani había dicho que la familia tenía intención de viajar a EE.UU., país del que es ciudadano, después de que un tribunal de apelaciones anulara la condena a muerte que le habían impuesto a su esposa.
Ibrahim fue criada como cristiana ortodoxa, la religión de su madre, porque su padre, musulmán, estuvo ausente durante su infancia.
Sin embargo, las autoridades la consideran musulmana, por lo que entienden que su matrimonio de 2011 con Wani, en cristiano, viola las leyes de Sudán.
En ese país, donde rige la ley islámica desde la década de 1980, las mujeres musulmanas no están autorizadas a casarse con hombres no musulmanes.
Por eso el matrimonio de Ibrahim y Wani es considerado un delito, por el que se la sentenció a 100 latigazos (la aplicación de la condena estaba prevista para cuando se recuperara del parto de su hija).
Apostasía
De acuerdo con su abogado, Wani y su esposa fueron arrestados por primera vez en septiembre de 2013 y luego liberados bajo fianza.
La corte agregó en febrero de 2014 el cargo de apostasía, el que conlleva pena de muerte, cuando Ibrahim se declaró cristiana.
En ese momento fue puesta bajo custodia.