Jacksonville.- El sospechoso de un tiroteo mortal en un torneo de videojuegos en Florida era conocido por casi no hablar con otros participantes y a veces tenía un estilo de juego informal, de acuerdo con contrincantes del campeonato, quienes estaban desconcertados de que su deporte virtual pudiera terminar en un baño de sangre.
Las autoridades dijeron que David Katz, de 24 años, de Baltimore, mató a dos personas y dejó nueve heridos antes de quitarse la vida el domingo en el torneo «Madden NFL 19» que se realizaba en un centro comercial en Jacksonville.
«No tiene sentido por qué lo haría», dijo el lunes Shay Kivlen, de 21 años, de Seattle. «En ’Madden’, uno nunca se enoja tanto por una derrota como para hacer algo así».
El jefe de policía de Jacksonville, Mike Williams, ha rehusado hablar sobre el móvil de Katz para disparar dentro de una sala de juegos conectada a una pizzería en The Jacksonville Landing, un centro comercial con restaurantes y tiendas a la orilla del río St. Johns.
Williams dijo que Katz usó al menos una pistola en el ataque. Puede haber mucho en juego en estos torneos. El campeonato de Jacksonville tenía una bolsa de 5.000 dólares a dividirse entre los finalistas.
Kivlen dijo que algunos jugadores dependen de este dinero para mantenerse. Pero Kivlen y otros jugadores insisten que la mayoría de los «gamers» toman las derrotas con calma, incluso cuando hay dinero de por medio, siguen viendo los torneos solo como un juego.
«Nadie merece morir por un videojuego», dijo Derek Jones, de 30 años, quien viajó desde Santa Fe, Nuevo México, para competir en Jacksonville. «Solo estamos tratando de ganar un poco de dinero para nuestras familias».
El fabricante del videojuego, EA Sports, dijo que el campeón del 2017 fue David Katz. Jones dijo que conocía a Katz por los sobrenombres que usaba en línea —muchas veces era «Bread» (pan) o «Bread Slices» (rebanadas de pan)— y había jugado contra él pero nunca hablaron personalmente.
Kivlen dijo que cuando Katz se presentaba en persona a los torneos, daba la impresión de nunca socializar y evitaba a las personas que trataban de hablarle.
«Siempre supimos que era un poco diferente porque no era sociable para nada», dijo Kivlen, agregando que el comportamiento extraño de Katz también se manifestaba en su manera de jugar.
«Hacía cosas raras en línea que otras personas no harían. Atrapaba una pelota y comenzaba a dar saltos fuera de lo normal en lugar de avanzar más yardas, perjudicándose. No sé qué es lo que hacía», agregó.