¿Qué debo hacer para alcanzar la salvación? Esta es una pregunta que goza de muchas respuestas acompañadas de una serie de requisitos que tienden a alejar a quienes tratan de acercarse a Dios.
Sin embargo, la respuesta es tan sencilla como el mismo amor que nos demuestra nuestro creador, al seguir perdonando aunque le fallemos miles de veces: alcanzamos la salvación por “gracia”.
“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios”, dice Efesios 2:8-9.
Esto quiere decir que no hay nada que podamos hacer para salvarnos, excepto creer en Jesús y confesarlo como nuestro creador (Romanos 10:9).
No es un premio por las cosas buenas que hacemos ni por lo correcto que nos portemos. Es por la bondad de Dios (Efesios 2:9).
Pero ¿qué significa ser salvo? La Biblia describe el acto de la salvación como la liberación del pecado (Mateo 1:21). Dios mandó a su hijo, Jesús para enseñarnos a vivir una vida correcta, apegada a sus principios, leyes y mandamientos, para que podamos ser bendecidos.
Librarse del pecado es gratis y todos deberíamos procurar llegar a ese punto si queremos ser salvos, porque según la palabra de Dios, “todos somos pecadores”, Romanos 3:9-11.
Así que no importa cuánto nos esforcemos por hacer el bien, si no aceptamos a Dios en nuestro corazón, no recibiremos ese regalo.