Solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente

Solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente

Solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente

Gabriel Sánchez.

 

Me da mucha pena mi país, porque confundimos las cosas y nos dejamos llevar como cordero al matadero. Y en ese sacrificio vamos felices y cantando.  Recientemente vimos unas imágenes donde aparece el alcalde de San francisco de Macorís, Alex Diaz  destruyendo una casita de nacionales haitianos. ¿Desde cuándo, las funciones de un alcalde son deportar personas indocumentadas?, ¿Destruir casas habitadas y hasta con  niños en su interior son parte de sus funciones ?

Creo que San Francisco de Macorís tiene demasiados problemas que son competencias de la alcaldía. Sin embargo, el alcalde Alex Díaz, lo que está es usurpando las funciones de otras dependencia del Estado, en su afán de querer hacerse el gracioso ante los racistas dominicanos.

Aparecen sujetos, que se creen tocados por el mismísimo Dios y usan un pseudo patriotismo para buscar cámara, en este caso,  seguro para intentar reelegirse en su curul.

La alcaldía de San Francisco abusa del poder ante infelices nacionales haitianos, justamente porque son haitianos, lo mueve el racismo, es el racismo puro y simple. Su «patriotismo» resurge solo frente a los haitianos, porque son pobres, porque son negros.

Ante ese atropello de Alex Díaz, dónde carajo está el justo, histórico, el valiente, el consciente movimiento social y popular de San Francisco?. O es que los empleos en la alcaldía los  han hecho ciego, sordo y mudo?. O peor aún, comparten esa visión patriotera y ridícula del alcalde y del partido gobernante?

Nuestros verdaderos enemigos comparten la misma nacionalidad con nosotros, están enquistados en lo más alto del poder político y empresarial.»Solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente»,  cantaba Mercedes Sosa y es una estrofa de su conocida canción,  que los revolucionarios hemos hecho consigna. No hay algo más injusto que ver una máquina pesada destruyendo una casucha con dos niños dentro. Mientras el propio alcalde observa y dirige la acción y ni se inmuta.

La Dirección General de Migración mediante la Ley No. 285-04 establece, entre sus funciones la de controlar la permanencia de extranjeros con relación a su situación migratoria en el país. Deportar no es función de una alcaldía y menos, atentar contra la vida de niños, alguien en ese pueblo debería decírselo al señor alcalde.

El trauma por el que tiene que pasar la infancia inocente,  no encuentra compresión ni consideración de aquellos que de seguro se arrodillan en las misas y se confiesan como hijos de Dios y hermanos de todos los hombres. Solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente.

Sabemos de representantes de organizaciones de lucha en San Francisco que a diario claman por justicia y con su silencio ante este drama se hacen cómplices de las acciones abusivas e inhumanas, solo por el hecho de ser asalariados de esa autoridad. Es decir, cobran por su silencio.



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