Luego del cambio en la composición del senado y la cámara de diputados, es necesario enfocar un reclamo popular que pide se elimine el ‘’barrilito’’, ‘’cofrecito’’ y los privilegios de los cuales ostentan nuestros legisladores en ambas cámaras.
La oportunidad es propicia para vencer un mal de fondo donde se distancia el elemento que todos y todas somos iguales. Que un diputado perciba un sueldo de RD$175,474.65; gastos de representación por RD$35,094.93; RD$45,000.00 de dieta, monto que incluye los viáticos por comisiones y sesiones, y contar con el beneficio de dos exoneraciones de impuestos para vehículos, es para que la indignación y el llamado a los nuevos legisladores se haga cada vez más constante y más fuerte.
Eduardo Estrella, presidente del senado y senador de la provincia Santiago, al igual que el senador Antonio Taveras renunciaron a estos privilegios, asimismo José Horacio Rodríguez, Pedro Martínez y Juan Dionicio Rodríguez Restituyo. Estos son actos que elevan la calidad de la democracia y rompen con el modelo que tenían las autoridades anteriores donde la ambición desmedida era su lógica y su dinámica.
Y aunque el poder legislativo es independiente, el PRM cuenta con una gran cantidad de legisladores que pueden hacer posible el cambio en el congreso nacional.
Cambiar el modelo actual es romper con el paradigma de la política como un paso a un botín público para enriquecerse. Estos privilegios podrán ser legales, pero no morales.
Por eso la actitud de estos dos senadores y estos tres diputados eleva su condición de representantes de los intereses del pueblo y la honorabilidad de la función pública.