Sobreponernos a la incertidumbre

Sobreponernos a la incertidumbre

Sobreponernos a la incertidumbre

La incertidumbre genera en la sociedad percepciones que dificultan emprender las largas tareas del desarrollo humano y el progreso social.

La incertidumbre social no siempre viene determinada por la dificultad inherente a los problemas que enfrenta una sociedad en sus circunstancias inmediatas ni de mediano plazo, sino que deriva de otras deficiencias.

Por ejemplo, cuando los ciclos de vida en los cuales la gente está afectada por mayor vulnerabilidad –primera infancia y tercera edad— no cuentan con mecanismos sociales de protección que aseguren a las personas que los problemas fundamentales de ambas etapas serán solidariamente resueltos por el colectivo social, se contribuye a la desafección respecto de las normas sociales y el sentido de pertenencia.

Cuando el acceso al ejercicio de derechos fundamentales no está garantizado y sostenido en prácticas institucionales, sino que depende de la arbitrariedad o la conexión personal con los que deberían ser administradores del sistema de garantías pero en realidad se apropian del mismo, se reduce la actitud de previsión porque si el curso de la vida de las personas no cuenta con cierto grado de previsibilidad (si hago esto y de esta manera llegaré a alcanzar una determinada situación deseada), también se reduce y dificulta el apego a las normas y la capacidad de pensar a mediano y largo plazo.

El inmediatismo derivado de la incertidumbre, la falta de garantías, el predominio de la arbitrariedad y la discrecionalidad sobre las instituciones que deberían estructurar el ejercicio de derechos, son todos factores que dificultan el desarrollo.

Las acciones necesarias para superar estos problemas son fundamentales para avanzar hacia la equidad. Estos temas son inherentes a la agenda pública que debería estar concentrando los mejores esfuerzos y las mayores energías de la sociedad.

Superemos los falsos dilemas y asumamos retos verdaderos.



Henry Molina

Henry Molina, Santo Domingo, República Dominicana, 24 de agosto de 1967, es licenciado en derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y Máster en Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue Director de la Escuela Nacional de la Judicatura, institución adscrita a la Suprema Corte de Justicia. Este cargo lo ocupó desde el 1998, que obtuvo por concurso de oposición y antecedentes, hasta el 2010. Es integrante del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Actualmente se desempeña como Viceministro de la Presidencia (Ministerio de la Presidencia).

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