Debido a las pésimas decisiones que desde décadas vienen dictaminando muchos jueces que están en el deber de aplicar justicia, son miles los aficionados que le restan credibilidad a la mayoría de los deportes de combate, con más énfasis en el boxeo profesional.
Esas decisiones, que en una época se les denominaron “localistas”, deben ser erradicadas, porque les vienen haciendo un daño a veces irreparable a esas disciplinas.
Aunque esas decisiones injustas ya son una práctica común, se deben buscar fórmulas para que no se sigan produciendo.
La anómala situación toma cada día más cuerpo, porque los atletas los que tanto en el boxeo como la UFC, por solo citar dos casos, son los que imponen las reglas, muchas veces como dueños o grandes accionistas del espectáculo.
Es tan así, que en más de un 80 por ciento, son ellos los que seleccionan a sus rivales, que en la mayoría de los casos tienen escasas probabilidades de salir airosos.
Si ese tipo de espectáculos se montan con esas condiciones, es por los grandes montos económicos que se le ofrecen a los contrincantes escogidos.
La mejor muestra de ello, la observaremos en el combate que tienen proyectado para el 14 del próximo mes, el azteca Saúl “Canelo” Alvarez, y el boricua Edgar Berlanga, en Las Vegas.
El “Canelo” programó el enfrentamiento, y como “dueño” del espectáculo, es quien pone las condiciones.
Esa es una realidad que, no solo se produce en los deportes de combate, sino en muchas otras actividades dentro y fuera del deporte.
Y pregunto: Se atrevería a apostar en contra de Canelo Álvarez en este enfrentamiento ante el puertorriqueño Berlanga? No creo, aunque es seguro que muchos se arriesgarán.