Lo que ocurrió en el tercer partido entre los Celtics de Boston y los Cavaliers de Cleveland, con victoria para los primeros, tras estar abajo en el marcador en una oportunidad por 21 puntos, es una muestra de que no hay individuos ni equipos invencibles.
Ahora, hay dos elementos que llaman poderosamente la atención, por un lado, que Boston logró su primer triunfo sin contar con el base Isaiah Thomas, quien seguro pensaba que sin él era imposible.
Ante la ausencia de Thomas, ya definitiva hasta la próxima temporada, debido a una lesión, los Celtics desarrollaron un buen trabajo en equipo, situación que se hace improbable con su presencia.
Depender en un por ciento tan elevado de un jugador, no es saludable, y en el triunfo del pasado domingo, quedó demostrado que sin él, sus compañeros ejecutaron un juego equilibrado, dando los pasos y realizando los disparos a quien tuviera en mejor posición de anotar.
El segundo elemento, fue la caída estrepitosa de LeBron James, quien por cuarta vez en su larga participación de final de Conferencia, anota menos de 15 puntos.
Podría estar afectado por no haber sido incluido entre los tres jugadores a ser electos como el Más Valioso este año, pero la realidad es que este “monstruo” no se dejó sentir en lo más mínimo ante miles de seguidores en su propia casa.
Creo que la ausencia de Thomas en los Celtics, es un elemento que debe poner a pensar a muchos técnicos, que algunos anotadores prolíferos, como es su caso, no siempre son fundamentales para obtener triunfos, y en oportunidades, más que contribuir, se convierten en obstáculos, por que desvirtúan el juego en equipo, como tiene que ser.
Son dos casos, que permanecerán por años, en la mente de los aficionados.
RADARES.- El púgil Félix Díaz , tras la derrota el pasado sábado ante Terence Crawford, debe darse un largo y merecido descanso , en busca de recuperar en forma definitiva, fuerza física y mental.