Singapur, del tercer al primer mundo: ejemplo a seguir

Singapur, del tercer al primer mundo: ejemplo a seguir

Singapur, del tercer al primer  mundo: ejemplo a seguir

Singapur, es un pequeño gigante ubicado en Asia, con una superficie de 697 kilómetros cuadrados, lo que supone el tamaño de la provincia La Romana en la República Dominicana (RD). Hace exactamente un mes celebró los 56 años de su independencia, proclamada el lunes 9 de agosto de 1965, por su líder fundador y mentor, Lee Kuan Yew.
Pese a que el Banco Mundial dijo inmediatamente después de su independencia, que Singapur era un caso perdido, Lee Kuan Yew se propuso desarrollar su país.

Y aunque usted no lo crea, lo logró en un cuarto de siglo. Entre 1965 a 1990, Singapur pasó de ser una aldea, en la que pocos creían, a un país desarrollado, con economía basada en innovación y tecnología, en una “Ciudad Jardín” con un pueblo educado, servicial y laborioso, además de ser el mayor laboratorio de tolerancia y pluralidad del planeta, donde 5.7 millones de personas con ascendencia en China, India, Malasia, Inglaterra, en menor medida latinoamericanos, entre ellos dominicanos, practican el confucianismo, hinduismo, islamismo, cristianismo y viven en paz.

No estaría de más que el presidente Luis Abinader y su equipo, a saber, la vicepresidenta Raquel Peña (dicho sea de paso, felicidades, porque cumple años este 10 de septiembre), la primera dama, Raquel Arbaje, los ministros Lisandro Macarrulla, José Ignacio Paliza, Miguel Ceara Hatton, Roberto Álvarez, Jochi Vicente, Ito Bisonó, Roberto Fulcar, Franklin García Fermín y David Collado, así como el liderazgo político que aspira gobernar o ser parte del Gobierno en el país, a saber, Leonel Fernández, Abel Martínez, Francisco Domínguez Brito, Milton Morrison, consulten el libro de Lee Kuan Yew titulado “Historia de Singapur: del Tercer al Primer Mundo” donde se narra cómo lo alcanzaron, comenzando con llevar a la práctica la idea de Lao-Tsé, de enseñar a pescar, no regalar el pescado. Por eso hoy Singapur está a la cabeza en sectores como puertos, aeropuertos, centro logístico y financiero, educación, producción de conocimientos, entre otros.

Eso es sin tener ni el 10 % de los recursos naturales que tiene la RD.

La RD tiene relaciones diplomáticas con Singapur, pero no presencia, en teoría se cubre desde Japón, porque en la practica el contacto es casi nulo. Es estratégicamente conveniente abrir una embajada permanente allá o en Indonesia, que esta muy cerca, y desde ahí cubrir otros países de la determinante región del planeta conocida como “Sudeste Asiático”. Adelante.



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