Este 2024, a pesar de ser un año donde los dominicanos estaremos “zambullidos” por completo en un proceso electoral, los dirigentes deportivos y el propio ministerio de Deportes, no deben descuidar aspectos fundamentales para continuar sin interrupciones el proceso de desarrollo de esa actividad.
No es un secreto ara nadie que estos eventos de selección de nuevas autoridades municipales y nacionales, siempre se han colocado como un obstáculo en todas las actividades.
En ese sentido, los dirigentes tienen la obligación, sin importar sus simpatías partidarias, de trabajar sin descanso para mejor en la medida de lo posible, el espectro deportivo que este año tiene retos importantes.
Lo que debe primar en ese sector es la búsqueda de la unidad, ya que no es un secreto para nadie que en el seno del Comité Olímpico hay una división jamás vista en ese organismo.
Y aunque se produjo una mejoría en el presupuesto anual que le asigna el Estado, un incremento de unos 800 millones, todo se iría por la borda si no se controla el timón de la nave.
La pregunta que hay que hacerse es el porqué no logran ponerse de acuerdo y halar todos en la misma dirección.
Trato este tema de nuevo como una sana advertencia, que de no materializase a la mayor brevedad, estaríamos corriendo un alto riesgo de sucumbir y “perdernos en lo claro”.
RADARES.- No hay duda que la ausencia de las Águilas en el “Todos contra Todos” ha traído como consecuencia un menor seguimiento de los aficionados, en las transmisiones como en la asistencia a los estadios….Y hablando de estadios, el rescate del histórico parque de La Normal, anunciado hace un tiempo por la alcaldesa Carolina Mejía para ejecutarse en los pasados cuatro años, tendrá que seguir esperando.