El enemigo que se puede subestimar bajo ninguna circunstancia, porque muchas veces, el que se entiende más débil, posee armas con capacidad de causar muchos estragos a veces letales, pero en el caso de deportes como el baloncesto, es muy difícil que surjan sorpresas, dado que cada equipo conoce en términos generales, el potencial de fuego que sus otros oponentes.
Esa es la causa que hace pensar que la República Dominicana tiene amplias posibilidades de salir airosa en la primera fase de grupos, en el Mundial de Baloncesto FIBA 2023, etapa en la que enfrentará del 25 al 29 de agosto a las selecciones de Italia, Angola y Filipinas.
Sin embargo, el trabajo a realizar en la conformación de la selección nacional, y de ello están conscientes todos los que están envueltos en su conformación, será bastante arduo y tesonero, porque si bien es cierto que se cayó un grupo donde las posibilidades de avanzar son amplias, también hay que afinar todos los detalles para no sufrir una gran decepción.
Ello así, porque no sería la primera ni la última ocasión, en que un equipo al que se le dan mayores probabilidades, cae por el exceso de confianza de sus directivos, técnicos y jugadores.
En esa parte, hay que trabajar duro, en especial en términos sicológico con los muchachos para que entiendan que esta, bajo ninguna circunstancia, será una tarea fácil.
La preparación en Europa, ante equipos fuertes, tal y como anunció Rafael Uribe, presidente de la Federación, será un gran aporte para la selección.