No porque sepamos todo, vamos a ser más felices, porque por más que queramos, nunca podremos controlar el entorno, a la manera que más creamos que nos convenga.

Y lo que más nos afecta en la vida es cómo interpretamos los hechos que se van desarrollando en nuestras acciones y las acciones de los que nos rodean o que tienen mayor influencia, y así vamos formando, fortaleciendo nuestro carácter y valores, con lo que nos iremos conduciendo en la vida.

En la medida que vamos accionando, vamos haciendo nuestros paradigmas, que, dependiendo de nuestra fortaleza y decisiones, con un nivel de pensamiento conveniente, estaremos construyendo una mejor vida con equilibrio y herramienta para ir solventando los conflictos normales, sin que los mismos produzcan situaciones catastróficas en nuestro desarrollo normal.

Nos vamos creando una autoestima favorable, en la medida en que nuestras acciones van creando valor, no solo para nosotros, mucho mejor cuando las mismas sirven a nuestro entorno, a nuestra comunidad.

Cosa que el desarrollo de sistema consumista no ayuda, porque al mercado le conviene que seamos cada vez más individualistas, donde nuestras cosas solo sirvan para mí, y no sean de utilidad para los demás, como un martillo o un machete, etc.

Ahora bien, para que todo esto sea una constante, que solo así podremos lograr resultados positivos, necesitamos adquirir hábitos, que para algunos pueden ser sacrificios y que, para un buen alumno, solo sentirá al inicio de sus decisiones de aprendizaje, del conocimiento para adquirir la habilidad de hacer aquellas cosas necesarias, saber por qué hacerlo, con la firme voluntad de hacerlo.

Las sociedades están demandando líderes. La abundancia y facilidades del mundo de hoy nos han sometido a un estado de confort que nos está dañando. Y la prolongación de esta situación nos acarrea muchos inconvenientes por la falta de quienes tengan las condiciones de dar mantenimiento a una sociedad en desarrollo permanente.