Querido(a) amigo(a):
Como ya lanzarse como candidato a la Presidencia de la República es un relajo colectivo, en los próximos días yo también estaré lanzando mi candidatura a esa misma posición, porque yo también considero tener las mismas calificaciones que los demás creen tener para aspirar a la Presidencia de la República.
Sin embargo, debo aclararte que, al igual que muchos otros aspirantes, no tengo un partido grande con posibilidades de ganar, pero nadie sabe lo que podría pasar; tampoco tengo una plataforma política, pero los demás tampoco la tienen; no tengo los recursos económicos mínimos necesarios para la campaña, pero veo a otros aspirantes que no tienen nada; no tengo un programa de gobierno, pero durante mucho tiempo he visto que los demás tampoco lo tienen, ni les interesa tenerlo; tampoco tengo un discurso bien construido y bien definido sobre las causas de nuestros principales problemas, pero al escuchar hablar a los demás aspirantes veo que para ellos eso no tiene ninguna importancia.
En fin, mis objetivos políticos no están muy claros, pero los objetivos de los demás aspirantes lucen más confundidos que los míos, y por ahora eso me anima mucho y me da ventaja comparativa. En realidad sólo cuento contigo, siempre que tú seas un(a) soñador(a) como ahora he decidido serlo yo.
Total, otros han soñado y se han sacado el premio mayor. Yo puedo ser el próximo ser humano que soñando bien e interpretando bien el sueño, llegue al poder, y tú estarás conmigo. Finalmente necesito que me ayudes a crear el slogan de campaña para el lanzamiento de mi candidatura, porque todavía ni siquiera eso tengo, pero ya lo encontraremos en el camino.
Si los otros pueden lanzarse, tú y yo también podemos hacerlo. Ven, acompáñame ahora, porque la lista de aspirantes cada día crece más y no quiero que pierdas la gran oportunidad de apoyarme, porque oportunidades como esta se presentan pocas veces en la vida.