Materiales de construcción tirados y por donde quiera puertas clausuradas y pasillos cerrados en el hospital Doctor Teófilo Hernández, de El Seibo.
Santa Cruz de el Seibo.-Si al caminar por una de las calles de Santa Cruz de El Seibo se le pregunta a una persona cualquiera sobre la importancia que tiene para ella el hospital Doctor Teófilo Hernández, la respuesta puede ser la siguiente: “Es el único que tenemos”.
Y también: “Es indispensable, ¿usted se imagina tener que ir a La Romana o a San Pedro?”
Y al responder sobre el tiempo que tiene este centro de salud sometido a reconstrucción, la mayoría cree que hace más de diez años y algunos hablan de 8 años en manos de ingenieros.
La directora del hospital, Vancetty Padilla, está al frente desde agosto del año 2015. Cuando llegó estaba en marcha un proceso que ha ido acorralándola junto al personal, al punto de que lo describe con estas palabras: “actualmente no hay oficinas administrativas.
Estamos laborando en el salón de actos, que hemos adecuado para seguir brindando el servicio”.
Y como entre el personal de salud salió a relucir que algunos sufren cuando tienen algún apremio fisiológico por la distancia de los baños, respondió a esta inquietud: “Toda el área de consulta, incluyendo Estadísticas, está en proceso de remozamiento; esto incluye los baños. Para poder brindar el servicio habilitamos los baños en el área administrativa, pero están un poco retirados”.
A la doctora Padilla se le pidió un comentario sobre el estado del hospital y respondió que ha hablado con el responsable o representante de la empresa constructora C & A Consulting Groud, al que identificó como el ingeniero Ruddy Pérez, el cual le ha dicho que se trata de un asunto de presupuesto.
“Realmente, no soy ingeniera, pero hay una falta grave de cumplimiento que las autoridades competentes deben investigar”, dijo a EL DÍA.
El ingeniero
En una breve conversación con el ingeniero Pérez, dijo que los trabajos fueron iniciados en el año 2013 como una reparación.
Los planes fueron cambiados dos años después, en 2015, cuando la obra pasó a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado. Dijo que el presidente Danilo Medina dispuso que se hicieran habitaciones en las que no hubiera más de una cama y, ante esta petición, hubo que empezar de nuevo.
Dijo que ahora, con el traspaso al Ministerio de Obras Públicas de los trabajos que estaban bajo la supervisión de la OISOE, se está hablando de un segundo nivel en el hospital, lo que implica un rediseño.
Cuando se le preguntó acerca del estado en el que se encuentra la remodelación remitió a las oficinas que tienen a su cargo estos planes, que no identificó, en una conversación trunca y llena de evasivas.
De acuerdo con su afirmación, para ellos no es negocio, por razones económicas, un proceso tan largo de construcción.
Afirmó que esto les cuesta en pago de personal y en cambio no les deja ningún beneficio.
En este punto se cortó la comunicación y al momento de la publicación de esta nota no ha sido posible volver a conectar.
El sacerdote Miguel Ángel Gullón, activo frente a los asuntos sociales de El Seibo, dijo a EL DÍA que en noviembre de 2019 el ingeniero Francisco Pagán, director entonces de la OISOE, le dijo que se sentía impotente ante los constructores porque no le cumplían, les daba dinero y no hacían nada.
El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, estuvo el día 16 de diciembre en el Almuerzo de los Medios de Comunicación Corripio y allí se le preguntó por la situación del contrato y el estado de la reconstrucción del hospital Doctor Teófilo Hernández. Respondió que esa estructura no está bajo la responsabilidad de Obras Públicas, sino del Invi.
Desde siempre
En El Seibo circula una leyenda acerca del proceso de reconstrucción del hospital. Para unos se trata de un camino de más de 10 años de andadura. Otros, incluida la directora, afirman que debe de tener unos 8 años.
El ingeniero Pérez dijo que fueron iniciados en el año 2013, lo que implica unos 6 años entre arrancar, detenerse y volver a empezar si, como dice la doctora Padilla, fueron detenidos en febrero de este año de 2020.
Es que para Santa Cruz de El Seibo, municipio cabecera del reducto al que ha sido llevada una provincia que hasta el siglo pasado era toda la región Este, las pocas cosas con las que cuentan las enlistan con los dedos de una mano: la escuela Manuela Diez Jiménez, una iglesia de los días de la Colonia, el mabí, los tres cañones que vinculan a la batalla de Palo Hincado y el hospital, que en las condiciones en las que se encuentra no les sirve ni para caerse muertos.
El tiempo que tiene sometido a un proceso de reconstrucción interminable es como si lo hubieran inutilizado hace 50 años, igual que los ríos Soco y Seibo, otro de los grandes íconos, al que nadie se atreve a meterse por ser una cloaca, porque el pueblo tampoco tiene un sistema de alcantarillado sanitario para recoger las aguas servidas y tratarlas.
En respuesta a una de las preguntas de un cuestionario que le fue remitido, la doctora Padilla dijo que desenvuelve su trabajo en condiciones “un tanto desfavorables, debido a los limitados recursos económicos recibidos de parte del nivel central y la pobre infraestructura que, según sus palabras, lleva más de 8 años en remodelación”.
Las precariedades en medio de las que se trabaja implican que hay, en condiciones de ser utilizados, 6 de 16 consultorios. Los otros diez han sido inutilizados por los constructores, hay filtraciones por todas partes y han tenido desplomes de techos.
En la actualidad el pueblo cuenta con una ambulancia porque a finales de noviembre fue instalado el servicio 911, en Hato Mayor y aquí, y ha prestado la suya ante la condición del motor de la asignada al hospital Doctor Teófilo Hernández, de acuerdo con Guillermo Nolasco, otro de los activistas dedicados a reclamar por derechos sociales y políticos para los seibanos.
Utilidad
—1— Atenciones
Las afecciones más comunes en la población son respiratorias, intestinales, diabetes e hipertesión.
—2— El personal
De acuerdo con la directora, cuenta con 99 médicos, 124 enfermeras, 39 asistenciales, 88 administrativos y 2 paramédicos.
—3— Único
Es el único centro público de salud del pueblo.