Sin descanso…
Los dolientes y deudos de las víctimas del Jet Set deben asumir la búsqueda de Justicia igual a como una familia poderosa se ocupó tras 2003 de darle seguimiento al juicio del empleado implicado en la quiebra de un importante banco.
Veo muchos descreídos opinando con pesimismo en redes sociales, pues creen que el dinero y las complicidades pueden librar a los responsables de las consecuencias penales y civiles por al menos 231 muertos.
En todo, la forma más simple de arribar a la verdad es reducir el argumento a su síntesis: murió una enorme cantidad de personas, la causa fue el desplome del techo, los dueños del edificio y operadores del lugar son responsables (deben responder penal y civilmente). El desplome no fue por terremoto, ciclón ni ningún acto de Dios, sino por evidentes fallas estructurales que debieron remediarse.
De todas las posibles formas de tipificar el hecho, debe usarse la que conlleve mayores consecuencias. Lamentablemente, hay licenciados en Derecho torcido cuyo interés no es la Justicia: mientras más enredos más pican.
Al ver esto, muchos ciudadanos de procedencia social desaventajada expresan su resentimiento improductivo y lastimoso, pero justificado, por tanta impunidad previa. No sorprende cuántos HDP evaden pagar consecuencias por sus delitos.
Por tanto, no podemos aflojar el chucho de la presión de opinión pública, pues si no la apabullante indolencia colectiva retomará precedencia al actual duelo e indignación.
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