El auge del autosecuestro en RD: simulan su desaparición para extorsionar

La nueva cara del engaño en tiempos de desesperación
Santo Domingo. – Como una nueva forma de extorsión, el autosecuestro viene tomando cada día más auge en República Dominicana, donde no existe un marco jurídico claro que sancione o penalice este tipo de acción, en que las «propias víctimas» simulan su desaparición para robar a familiares, amigos o parejas.
De acuerdo con el abogado Luís Hernan Matos, el autosecuestro en el país no fue contemplado por los legisladores como un tipo penal, y por ende, no se puede hablar de consecuencias que afecten a las personas que lo practiquen.
Hernan Matos agregó que el aumento de estos casos deben llamar la atención de las autoridades congresuales, con el fin de crear tipificaciones jurídicas y normas que castiguen este tipo de acciones que van en detrimento de la sociedad en sentido general.

“Ejemplo de acciones antisociales tenemos el caso de Deysi Esperanza Hernández de San Cristóbal, una señora de 70 años que junto a otros se inventaron un autosecuestro con el fin de sacarle a su hija dos millones de pesos. También en Haina y San Francisco de Macorís, personas fingieron su secuestro por la suma de 800 mil dólares por un lado y 100 mil pesos por otro”, explicó Matos, refiriendo que estos comportamientos deben ser atacados para mayor seguridad de la ciudadanía.
Vacío legal que protege a los autosecuestrados
La ley dominicana que penaliza el secuestro es la Ley No. 583, del 16 de junio de 1970, que incrimina el secuestro en todas sus formas y variedades. Esta ley establece penas máximas para los culpables de secuestro, así como la prohibición de libertad provisional bajo fianza y el beneficio de circunstancias atenuantes en estos casos.
En ese orden, establece que son reos de secuestro aquellos que sustrajeren, raptaren o trasladaren a una persona de su residencia habitual o de cualquier lugar en el que se encuentre utilizando violencia, engaños, artimañas o intimidación, con el objetivo de privarla de su libertad.
Agrega que los culpables de secuestro pueden ser condenados a la pena máxima de 30 años de trabajos públicos, y en algunos casos, como cuando la persona secuestrada es menor de edad, se cometen actos de violencia o se causa la muerte, la pena puede ser de 30 años de reclusión mayor.
Especifica que los acusados de violar la Ley 583 no pueden beneficiarse de libertad provisional bajo fianza, ni de circunstancias atenuantes que puedan reducir la pena y considera autores del secuestro a aquellos que proporcionen el lugar, los medios de transporte o las armas para el mismo, o de cualquier forma ayuden a llevar a cabo este tipo de hechos.
Autosecuestros: el nuevo síntoma de una sociedad en crisis
Para la psicóloga Redelania Valdez, la depresión social, la falta de atención y problemas económicos, son algunos de los factores que pueden llevar a una persona a autosecuestrarse o planificar su propio secuestro, señalando que es una conducta asociada con algún trastorno de la personalidad.
“Tenemos temas económicos no conocidos por la familia y temas de relaciones, porque hay gente que necesita llamar la atención. Validar que tanto se preocupa o sacrifica la familia y los amigos por ellos”, comentó Valdez.

La especialista destacó que el autosecuestro puede desencadenar en enojo, ira y desconfianza entre familiares o amigos que atraviesan por este tipo de situación, ya que se trata de un invento para obtener bienes o recursos de forma fraudulenta.
“Estoy secuestrado”: la mentira que se convierte en delito sin castigo
Hace unas dos semanas, un hombre de 48 años fingió su propio secuestro con el objetivo de extorsionar a su madre con la excusa de salvar su vida, mientras él se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas en un centro de diversión de Santo Domingo.
De acuerdo al informe de la Policía Nacional, durante la llamada, el hombre afirmó que sería herido y asesinado si no se le depositaba la suma de RD$17,000 en una cuenta bancaria a nombre de un tercero. La madre, alarmada por la amenaza, consiguió reunir parte del dinero y realizó un depósito de RD$5,500. Tras la supuesta llamada de secuestro, el denunciante dejó de responder, lo que intensificó los protocolos de búsqueda.
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En octubre de 2023, la Policía Nacional informó sobre el arresto de una mujer acusada de autosecuestrarse para conseguir RD$ 350,000.00 de su pareja sentimental, mediante extorción. Se trata de Camila Mercedes Hierro Jiménez, residente en la comunidad Rancho Viejo, quien supuestamente había sido secuestrada.
Los agentes de la Subdirección Regional de Investigaciones de La Vega lograron determinar que se trató de un autosecuestro, el cual fue coordinado expresamente por Hierro Jiménez, quien para resolver presuntos problemas económicos fingió dicho secuestro con la intención de conseguir la citada suma de dinero.
Las autoridades policiales también confirmaron el autosecuestro de una mujer de 70 años, quien dijo haber sido sacada de su residencia en Bonao por dos hombres. Luego las autoridades señalaron que esta había planificado el hecho, actuando en complicidad con dos hombres para estafar a su hija con RD$ 2 millones, hecho registrado en octubre de 2022. Un tribunal de Villa Altagracia le otorgó libertad pura y simple porque el Código Penal no tipifica el autosecuestro en República Dominicana y no establece ningún tipo de sanción.
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El autosecuestro no solo refleja una preocupante distorsión moral, sino que también pone en jaque a un sistema de seguridad ya sobrecargado. Fingir una desaparición por beneficio económico no es una broma ni una travesura: es un delito que consume recursos, siembra angustia y desvía la atención de quienes realmente necesitan ayuda.
Es por ello que la sociedad dominicana no puede normalizar este tipo de conductas.
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Gregory Gonzalez
Periodista con más de 10 años de experiencia en periodismo digital y reportero de tv, con maestría en Marketing y comunicación digital.