VILLA ALTAGRACIA.-“Esas cruces son pocas para la cantidad de gente que ha muerto ahí”. Así definen la situación vecinos de las comunidades La Torre, Villa Nueva, La Sierra y Pajarito, en Villa Altagracia, sobre la protesta para que las autoridades construyan un puente peatonal que evite accidentes mortales en un tramo de la autopista Duarte por el que tienen que movilizarse.
Desde hace alrededor de diez años esas comunidades han reclamado la construcción de un peatonal, que también sirva para motores, por lo peligroso que es la autopista y porque con frecuencia ocurren accidentes de tránsito que siempre terminan con muertes.
En cada cruz, hecha de madera, pintada de blanco y colocada a ambos lados de la autopista Duarte, los comunitarios quisieron representar a cada persona que ha perdido la vida en el lugar cuando han intentado cruzar la vía o los vehículos pierden el control, aunque señalan que son más los fallecidos que las cruces plantadas.
Fermín Santos vive a la orilla de la carretera y ha sido testigo de muchos accidentes mortales, los que dijo siempre ocurren en el mismo lugar.
Santos narró que durante un tiempo se dedicó a llevar el conteo de las personas muertas y llegó a 63.
“Cuando iba por 63 algunos vecinos me dijeron que no siga contando porque eso iba a seguir trayendo muertos, y dejé de contar, pero han sido muchas la gentes que he visto morir aquí”, señaló.
Pero entre todas las personas que ha tenido que ver morir allí, lo más lamentable para él es que uno de sus hijos y un sobrino también forman parte de su estadística. Fueron atropellados por vehículos cuando intentaban cruzar la calle.
Recientemente el Ministerio de Obras Públicas colocó unos “reductores”, pero no han resuelto porque los vehículos siguen transitando a alta velocidad.
Los cercanos a la vía piden que sean eliminados porque por la noche el ruido es muy fuerte.
Ninguna de las instituciones estatales ha dado respuesta al problema.
“Viva para contarlo”
Historia. El pasado 31 de diciembre Mari Abreu se dirigía en una pasola acompañada de su hermana melliza a visitar a su madre, que vive en la comunidad La Torre, pero ese último día del año también fue el último para su hermana Elizabeth, quien murió en el mismo lugar tras ser embestida por un carro.
Mari sobrevivió porque pudo lanzarse del vehículo cuando se percató de que el auto iba en dirección hacia ellas y tuvo como consecuencia una pierna fracturada y diversos traumas, de los que se ha ido recuperando, pero aun tiene dificultades para caminar.
La sobreviviente del accidente tiene dos hijos, mientras que su hermana dejo en la orfandad a cuatro niños de 16, 14, 10 y siete años.