París (EFE).- Simone Biles, ganadora este sábado de su tercera medalla de oro en los Juegos de París, en la final de salto, subrayó que sus críticos están ahora “muy callados”, lo que le pareció “raro”, añadió con ironía.
“Los comentarios negativos son dolorosos hasta cierto punto. Duelen, pero sigo en terapia trabajando en todo eso, para asegurarme de que mi salud mental está bien”, comentó tras la competición.
“Después de todos estos años de trabajo mental, ha merecido la pena. Estoy superemocionada por estar de nuevo en este escenario”, agregó la estadounidense. Biles, que recibió críticas despiadadas por retirarse durante los Juegos de Tokio 2020, aquejada de una crisis de salud mental, afirmó que de momento se siente muy bien.
“El otro día vi a mi terapeuta. Vamos día a día para ver si necesito más terapia mientras esté aquí, pero de momento todo va bien”, destacó “Los Juegos Olímpicos son un proceso muy agotador para los deportistas y son muchos días de competición, así que tienes que estar al tanto de tu estado mental y físico.
Mientras lo hagamos, estaremos bien. Y hasta ahora me siento bien”, señaló en conferencia de prensa tras la final. “Una vez aquí, la pista es nuestro escenario. Nos sentimos muy libres porque estamos en nuestro elemento, nos divertimos, hacemos lo que nos gusta”, dijo.
Respecto a la brasileña Rebeca Andrade, a la que volvió a superar en esta final, ensalzó “su gran talento». “Es una gimnasta muy potente y me mantiene alerta. Me encanta competir con ella.
Siempre es un honor. Es muy divertido”, aseguró. Biles no dijo que los de París vayan a ser sus últimos Juegos. “Nunca digas nunca. Los próximos Juegos Olímpicos son en casa, así que nunca se sabe. Pero me estoy haciendo muy mayor”, afirmó entre risas. EFE