Tras finalizar el Clásico Mundial de Béisbol, que generó la atención de la mayoría de los dominicanos, los ciudadanos de este país retornaron a la realidad política, social y de otra índole.
En esos días, la gente echó a un lado, un poquito, los casos de corrupción, sobornos, impunidad y delincuencia, entre otros, pero otra vez la ciudadanía vuelve a poner la mira en esos problemas.
Y como la atención de las autoridades judiciales ha estado “centrada” en los famosos interrogatorios sobre el caso Odebrecht, hay otros asuntos importantes que lamentablemente han caído al vacío.
Eso se produce, a pesar de las promesas de que se daría seguimiento a otros casos, como el despojo de millones de metros en el complejo deportivo La Barranquita de Santiago.
Ese expediente, introducido hace más de año y medio por el pasado ministro Jaime David Fernández Mirabal, jamás ha sido mencionado, por lo que, como es “normal”, se quedará en el saco del olvido si no encuentra el empuje del actual incumbente Danilo Díaz .
Ahí se aplica la teoría, que al parecer se ha convertido en un verdad absoluta, de que el dominicano es olvidadizo, y que un tema “tumba” al otro de forma permanente.
Desde hace varios años he dado seguimiento a ese robo descarado del área física de esa instalación, y las autoridades judiciales habían prometido que ese caso “jamás” sería abandonado, pero al parecer el alzheimer, como en muchos otros casos, vuelve y se apodera de los funcionarios responsables de la investigación.
El expediente sobre el despojo de una extensa porción de terreno del complejo está muy bien sustentado, pero no tengo la menor duda que quienes lo detentan están protegidos, por ser miembros destacados del partido oficial.
En Santiago todos conocen al dedillo a los dirigentes políticos que se han apropiado de esos terrenos, pero nadie, absolutamente nadie, incluso los periodistas deportivos de allí, muy dados a hablar y escribir sin control, se atreven a denunciarlos.
La población ya está harta de que se oculten los latrocinios, y este de La Barranquita debe ser resuelto por la Justicia.