El doctor Enric Benito es miembro de honor de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) desde 2014 y profesor invitado en varias universidades españolas, portuguesas y de América Latina donde comparte su experiencia al acompañar a pacientes y familiares en el proceso hacia la muerte.
La muerte es el último viaje de la vida y Enric Benito, en su libro ‘El niño que se enfadó con la muerte. Claves para entender y acompañar en el viaje definitivo’ (HarperCollins) refleja que acompañar a pacientes y familiares en esta última fase es una experiencia transformadora y llena de sabiduría.
Se trata de un libro que tiene como objetivo derribar tabúes, humanizar y normalizar el proceso de morir.
En una entrevista con EFEsalud, el experto en cuidados paliativos nos habla sin miedo de la muerte y nos explica cuáles son las claves para entender que acompañar a los pacientes y sus familiares en este proceso es la parte más interesante y gratificante de su profesión.
La muerte no es una experiencia dolorosa
«La muerte no existe, es un hecho normal y no duele», señala en su libro el doctor Enric Benito, médico que abandono la oncología para dedicarse el resto de su vida profesional a acompañar a enfermos y familiares en sus últimos días.
«Nos estamos perdiendo la inmensa riqueza y sabiduría del proceso de morir, pues acompañar es la mejor parte de la película de la vida», afirma el experto.
Morir en paz es de vital importancia y la forma en la que nos vamos deja un gran legado en los familiares que se quedan. En este sentido, el especialista afirma que no podemos vivir con miedo a la muerte y que hay que normalizar el proceso de morir.
El sufrimiento que genera pensar en la muerte, explica, no es más que la resistencia a la aceptación de la realidad, es decir, «no querer que pase aquello que es inevitable».
«Cuando te quitas el miedo, ves la realidad y descubres que ese camino o proceso, está muy bien organizado, que es el momento más importante de la vida y que hay que vivirlo bien, acompañado y tranquilo», añade el doctor.
Enric Benito señala que de la muerte se pueden aprender grandes cosas. Una de ellas es aprender a vivir de verdad, «el sentido de la vida culmina con la muerte y cobra un mayor sentido cuando vives plenamente».
«Entonces yo creo que el proceso de morir lo que hace es ayudarnos a aprender cómo vivir bien y poner la vida en su lugar», sostiene el experto.
En este sentido, el doctor recalca que lo importante en ese momento no es haber tenido dinero, poder o prestigio, sino haber querido, haber perdonado, haber entendido y haber disfrutado de la vida.
Acompañar hacia la muerte
«Cuando acompañas a alguien en sus últimos momentos de vida te das cuenta de cómo se va. En esos últimos instantes el paciente entra en una paz, una serenidad y un gozo indescriptible», describe el doctor con su experiencia.
«Es en ese momento cuando te das cuenta de que todo está muy bien organizado, que la muerte es solo un paso más, aunque sea un proceso lleno de tabúes.», añade.
Los expertos tienen que intentar que los pacientes reciban este proceso sin miedo. «Hay una parte de la persona que tiene miedo y hay una parte en la profundidad de la persona que sabe que esto no se acaba. Y entonces yo tengo que cultivar esa segunda parte y ayudar a que él descubra esa parte en sí mismo que le permita soltar todo y recibir la muerte sin miedo», afirma miembro de honor de la SECPAL.
También a través de su libro, el experto en cuidados paliativos muestra cómo dedicarse durante la mayor parte de su vida a acompañar a enfermos y familiares en sus últimos días ha sido para el una lección de vida y una experiencia de sabiduría, humanidad y gratitud.
¿Qué podemos aprender de la muerte?
«De la muerte podemos aprender muchas cosas», afirma Enric Benito, quien en su libro hace una recopilación de las siete lecciones sobre este final de la vida que considera fundamentales.
1. Morir es normal y seguro
Morir es un proceso natural que le ocurre a todos los seres pluricelulares y que forma parte de la vida. Los profesionales, sostiene en el libro el doctor «sabemos que el proceso de morir al igual que el de nacimiento conlleva unas etapas que desembocan en la desconexión de nuestra conciencia y en este proceso es conveniente dar informaciones para que la persona y quienes la acompañan puedan adaptarse a lo que esta ocurriendo».
2. Morir nos abre a la verdad
Además, el experto explica que muchas veces cuando la gente esta muriendo dice cosas que ha guardado o no ha expresado lo suficiente durante la vida. Hay que acompañar también en esa escucha.
«Poder decir nos queremos, gracias y adiós es algo muy grande que nos reconforta al permitirnos cerrar bien nuestra biografía», relata en el libro.
3. Morir no duele
«Con los fármacos que tenemos el dolor físico se puede controlar bastante bien», escribe Enric Benito.
El secreto para evitar el sufrimiento es aceptar lo que no puedo cambiar y cuando eso ocurre es cuando, según describe el especialista, se alcanzan la paz, el gozo y la serenidad.
4. ¿Qué necesitamos saber para morir bien?
Descubrir que en la vida lo importante es ser y no tener, por ello hay que vivir con coherencia respecto a tus valores, disfrutando de los dones, compartiendo y amando, así conseguimos vivir plenamente.
«Quienes acumulan mucho en la vida (material, experiencia, cargos, dinero…) tienen una gran carga que les dificulta el momento de la partida, les afecta a la hora de soltar», añade.
5. El sentido nos abre el camino
Normalmente todos llegamos al final de la vida con experiencias de pérdida y momentos difíciles que, según cómo las hayamos superado, nos harán estar preparados de un modo u otro para la muerte. «Si has dotado a tu vida de sentido será más fácil entregarte a esta nueva etapa sin miedo y con confianza», afirma el doctor.
6. Podemos morir sanos
«Entendemos sano como integro, coherentes serenos y en paz. Los cuerpos se deterioran pero cuando aprendemos que somos más que algo físico, podemos soltar con mayor facilidad el cuerpo», afirma el doctor en su libro.
7. Acompañar y estar ahí tiene premio
Finalmente, el médico explica la gratitud de su labor acompañando a sus pacientes hacia el viaje de la muerte.
Para acompañar en el proceso hacia la muerte no hay que hacer ni decir nada en ese momento, simplemente hay que estar. «Acompañar es aportar una mirada de gratitud y de ternura deseando un buen viaje» a la persona que se va, concluye Enric Benito.