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Siete lecciones

Altagracia Suriel Por Altagracia Suriel
Altagracia Suriel
Altagracia Suriel

Los poemas del gran poeta griego Homero, la Ilíada y la Odisea son un extraordinario legado para la cultura occidental.

De Homero aprendemos cómo los dioses intervienen en la vida de los seres humanos y producen la guerra de Troya, en la cual aprendemos la concepción de la manzana de la discordia, la mujer como objeto de conflicto, la venganza como motor de lucha, el talón de Aquiles, el caballo de Troya y lo que significa vivir una odisea.

Armar la de Troya:
De Homero también nos viene la frase “se armó la de Troya”, que se asocia a la gran guerra entre Grecia y Troya. Los conflicto de magnitudes insospechadas se producen no sólo en entre civilizaciones y Estado, sino también entre personas cuando no se pueden resolver de forma pacífica.

  1. La manzana de la discordia:
    La guerra de Troya se armó justamente por la manzana que colocó en una mesa la diosa Eris en una fiesta a la que no fue invitada en el Olimpo, generando una disputa por la belleza entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita. Nosotros también estamos tentados a sembrar la manzana de la discordia en las familias, en los ambientes laborales y en la política, muchas veces por incomprensiones, envidias o frustraciones personales.
  2. La mujer como objeto del conflicto:
    En la Ilíada vemos a Helena como objeto de un conflicto entre civilizaciones. En dicho poema encontramos la huella del machismo androcéntrico que endilga a la mujer la culpa de la violencia producida por la barbarie de los hombres y sus pasiones desbordadas.
  3. La venganza como motor de lucha:
    No hay fuerza mayor que la venganza para que los seres humanos seamos presas de la irracionalidad. La venganza fue lo que motivó a Aquiles a asesinar a Héctor y a exhibirlo por las calles como trofeo de su furia e ira incontenida, demostrando que la venganza nubla el juicio y deshumaniza.
  4. El talón de Aquiles:
    Homero también nos enseña la fragilidad humana. No somos dioses, somos débiles. Sobre todo en el mundo de la política, siempre hay un talón de Aquiles que hace vulnerables a los hombres y mujeres en su lucha por el poder y la gloria.
  5. El caballo de Troya:
    Como le pasó a Troya, también en lo cotidiano y en la política frecuentemente surge ese regalo envenenado, ese falso amigo, esa ilusión que puede llevarnos a la destrucción y a la desgracia.
  6. Vivir una odisea:
    Como Ulises, podemos estar tentados a sucumbir a la soberbia de bastarnos a sí mismos y prescindir de lo transcendente o de los demás. En esos caso, la existencia nos hará vivir una odisea con un mar de dificultades que sólo lograremos sortear desde la humildad, el arrepentimiento y la mirada al cielo.

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