“Si tuviera que volver a escoger ser ganadero, lo haría sin dudar”

“Si tuviera que volver a escoger ser ganadero, lo haría sin dudar”

“Si tuviera que volver a escoger ser ganadero, lo haría sin dudar”

Franklin Puello, Johanna Matos, Eric Rivero y José Monegro. Carolina Fernández

SANTO DOMINGO.-Eric Rivero, aunque se crió bajo el esquema urbano en Santo Domingo, heredó el gen campesino de su padre, un exiliado económico español que huyó de la guerra civil de 1936.

Con notoria nostalgia, expresó que pese a que su progenitor no logró terminar los estudios, tuvo la suficiente astucia para abrirse camino en el comercio nacional y así logar estabilizar su economía.

Para la década de los 80 adquirieron una propiedad en el municipio de Baní, donde inició la ganadería y siete años después, con 15 años, se vinculó a la producción de leche.

COLOQUIOS. 4-4-2019

COLOQUIOS. 4-4-2019

La marca de su historia se sella con su madre, también hija de un exiliado político combatiente en la en la guerra civil española, el cual se fugó de los campos de concentración en Francia.

Con aguda tristeza en sus ojos, confesó la muerte de su padre a los 60 años, la cual dijo marcó su vida, porque recordó que su incursión en la ganadería fue un deseo personal al que su padre cedió.

“Yo recuerdo que siempre estuve detrás de mi padre, insistiendo que nos involucráramos en el mundo de la ganadería de leche, de lo cual nunca me he arrepentido”, expresó casi con lágrimas en sus ojos.

En la propiedad de Baní permaneció unos 38 años y desde ahí desarrolló una ganadería “tropicalmente productiva”, manejada con una visión empresarial.

Familia ganadera

Detalló que la relación con su esposa Yokasta de Rivero, una médico veterinaria, surgió del mismo círculo ganadero, ya que los padres de ella también eran trabajadores de campo.

La ganadería ha sido su forma de vida y el sustento de su familia, dijo que de ahí la forjó, logrando que sus tres hijos sean hoy profesionales.

Afirmó que se puede lograr un sitial en el mercado. Externó que el trabajo duro, combinado con mantener la esperanza, es la fórmula que lo ha mantenido en pie.

“La ganadería es una empresa que no cierra, ni con la muerte de un familiar, ni en Año Nuevo, es un negocio que involucra toda tu vida”, dijo.08/04/2019 ELDIA_LUNES_080419_ Nacionales12

Empuje

Detalló que empezó con menos de 40 vacas y en 2014 poseía la finca con la más alta producción de leche por área, porque se generaban 2,500 litros diarios en solo 476 tareas de tierra.

Reveló que hoy tiene 700 cabezas de ganado, de las cuales ordeña 250, además de que trabajan una ganadería amigable con el medio ambiente. En los últimos años ha modificado hasta la genética.