Sí, se puede

Sí, se puede

Sí, se puede

Rafael Molina Morillo, director de El Día

El Gobierno ha dicho y reiterado a través de su oficina encargada de elaborar el presupuesto de ingresos y gastos públicos para el año venidero, que no hay forma de mejorar los salarios de vergüenza que devengan los policías y militares, así como otros empleados con sueldos muy bajos.

Hay que suponer que el Gobierno cuenta con técnicos especializados que saben mejor que muchos de nosotros cómo hacer su trabajo.

Pero por encima de toda la sabiduría de esos señores están la voluntad y el deseo de buscarle la vuelta al problema y aplicar una buena dosis de equidad y humanidad a la hora de repartir los panes y los peces.

Hace apenas un par de días publiqué en esta columna la fórmula propuesta por un amigo lector para lograr un presupuesto más justo en cuanto a la remuneración de los empleados públicos, propuesta que ha sido favorablemente comentada por muchos. Pero para ser objetivo, también he recibido muestras de desacuerdo total o parcial

La señora Ruth Montes de Oca S., por ejemplo, me escribe: “Me parecen interesantes las propuestas que ha hecho uno de los lectores; sin embargo difiero con relación a las propuestas 1 y 2 que hace, a saber: 1) reducción de un 5% de los salarios de empleados públicos que ganen entre RD$40,000 a RD$60,000 mensuales, y 2) reducción de un 10% de los salarios de empleados públicos que ganen de RD$61,000 en adelante. Recuérdese que hay funcionarios que devengan sobre el RD$1,000,000 mensualmente».

“Entiendo -prosigue la amable lectora- que no se puede proponer algo como eso de manera tan alegre, pues es algo que debe analizarse con mucho cuidado.

No todos los que devengan salarios de 40 mil a 100 mil, están en la condición de resistir la implementación de una propuesta como esa. Además, hay que considerar tanto las calificaciones como las responsabilidades con las que cuentan y con las que de manera honesta muchos servidores públicos, desempeñan sus funciones día a día; esto sin mencionar que dichos salarios igualmente son sometidos a los descuentos impositivos de lugar cada mes.

“No todos los servidores públicos –finaliza- deben ser puestos en la canasta de la frugalidad que disfrutan algunos. Depurar nóminas para eliminar «botellas» y/o a aquellos que devengan salarios en diferentes dependencias del Estado sin justificación alguna, parecería mucho más lógico”.

Hasta aquí la amable lectora. Yo, por mi parte, sigo pensando que, de una u otra manera, sí se puede mejorar la suerte de los policías y los militares, para empezar por alguna parte.



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