Concurro con el presidente Abinader: es una obligación impostergable mejorar calidad de instrucción sin partidarismo ni interferencias de políticos. Sin embargo, ello no será posible si la primera tarea del gabinete educativo que anunció no es resolver el incordio que es la ADP, falso sindicato mafioso como los transportistas.
Reitero que son una vergüenza las deficiencias en la instrucción pública básica y media a pesar de la enormidad de recursos desperdiciados desde que se aprobó asignar al Ministerio de Educación el famoso 4 % del PIB vía el presupuesto del Gobierno.
La suma del año próximo, ahora que superamos los US$100,000 millones, es más de US$4,000 millones, o sea más de RD$216,000 millones. Quizás sea mejor repartir esa cantidad entre los once millones de habitantes, que toca a muchos millones por cabeza y mejor ni pensar cuánto por familia.