Las lluvias torrenciales que han caído sobre todo el territorio nacional en los últimos días, aunque han ocasionado daños materiales en algunos sectores, algo muy lamentable, también deberían servir para refrescar las mentes calenturientas que se multiplican como verdolaga en un ambiente que se ha estado tornando bastante caldeado.
La política partidaria ha sido en los últimos meses el sector donde mayormente se siente un incremento en la perceptibilidad de la temperatura, dado el escaso tiempo que resta para el proceso electoral.
Sin embargo, no todo se queda en el proceso de elección de candidatos a los puestos más relevantes, si no que todos los sectores, incluyendo el deporte, están a la espera de cambios estructurales.
Para algunos, hay que dinamizar y reorientar la política deportiva, para mejorar cualitativa y cuantitativamente; pero otros entienden que estamos en el camino correcto.
Frente a esas contradicciones, de unos y otros, lo más conveniente sería un diálogo entre las partes, aunque al parecer eso se hace imposible ante los intereses que al parecer son irreconciliables, antagónicos e incompatibles, como usted los quiera denominar.
En las últimas semanas, dada la incidencia que está teniendo la política partidista en la lucha por el poder, por lo menos hasta el 19 de mayo, se ha producido una “ tregua” entre las partes en disputa, inmediatamente se defina quienes alcanzarán el poder del Estado, ahí mismo se reiniciará la lucha en el sector deporte.
No hay que ser un experto para saber que el factor que más ha obstaculizado hasta el momento el desarrollo del deporte nacional, son los enfrentamientos en el seno de organismos por intereses, especialmente económicos.