Si fuiste sellado por Jesucristo, ¡identifícate!

Si fuiste sellado por Jesucristo, ¡identifícate!

Si fuiste sellado por Jesucristo, ¡identifícate!

En momentos en que las apariencias, el proselitismo y las tendencias están dominando todos los escenarios, se hace necesario que los verdaderos adoradores, los discípulos de Jesús, a quienes no les importa ser vituperados, ultrajados y maltratados por su causa, se identifiquen.

No podemos estar agachados, perfil bajo, escondidos e inanimados. No. El evangelio de Jesucristo es acción, pasión, compasión y convicción.

¡Basta ya de “parecer” que eres cristiano, de bailar en las dos aguas y de hacerte el indiferente! Si de verdad quieres seguir los pasos de Jesús, toma tu cruz y camina. ¡Identifícate!

No estamos en competencia con el mundo, ni muchos menos congraciándonos con todo lo que hacen. Servir a Dios es vivir en libertad, pero esa libertad amerita someterse a su voluntad. Implica dejar el viejo hombre, la vida de pecado, de chismes y libertinaje para empezar a transitar el camino de la fe, la obediencia, el amor y el sacrificio de la cruz.

En el evangelio no importa quién se vea mejor o a quién le vaya mejor, pero sí los detalles, la forma y el compromiso.

Debemos dar frutos (Mateo 7:20), quitarnos del lado las cosas que nos puedan hacer caer en pecado o tentación (Mateo 5:29), predicar el evangelio a todo el mundo (Marcos 16:15-18), soltar lo que haga tropezar al otro (Mateo 18:6) y, sobre todo, estar dispuestos a defender nuestra fe.

“Santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia”, 1 Pedro 3:15.

En síntesis, si fuiste sellado por Jesús, hijo de Dios, habla de él donde quiera que estés, respóndele a cualquiera que tenga dudas o necesite explicación acerca de la fe.

Camina como una persona de fe, vístete como una persona de fe, elimina lo que tengas que quitar por causa de tu fe y, muy importante, si no te quedas callado cuando alguien habla mal o en contra de tus padres o de tus hijos, tampoco te quedes en silencio cuando lo hagan en contra de Dios. ¡Identifícate!



Senabri Silvestre

Editora de Nacionales del Periódico El DÍA, amante de Dios y de mi familia.

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