Según las proyecciones de los resultados en las elecciones de Bolivia, Luis Arce, exministro de Evo Morales, se perfila como el próximo presidente de Bolivia.
Al cierre de la votación realizada este domingo, la encuesta de la empresa de investigación Cies Mori y el estudio de conteo rápido del consorcio Tu voto cuenta señalan que el postulante obtuvo más del 52% de la preferencia.
Y tanto la presidenta interina, Jeanine Áñez, como el principal candidato detractor del partido de Morales, Carlos Mesa, reconocieron el triunfo de Arce aunque pidieron esperar los resultados oficiales.
Hasta la madrugada del martes, el Órgano Electoral Plurinacional de Bolivia, encargado del conteo oficial, iba computando menos del 51% de las actas de votación.
Aunque los votos le alcancen a Luis Arce para ganar en primera vuelta, se encontrará con un país profundamente dividido.
Las divisiones pueden rastrearse a 2016, cuando el entonces presidente Evo Morales celebró un referendo para preguntarle a los bolivianos si querían modificar su Constitución para que este postulara de nuevo en los comicios presidenciales de 2019, para un cuarto mandato.
Sus compatriotas votaron por el no.
El partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), llevó el tema al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia y en noviembre de 2017, este organismo anuló el referendo y eliminó los límites a la reelección presidencial.
Morales postuló a la reelección en 2019 y en un inicio, el conteo rápido de votos proyectaba una segunda vuelta entre él y su entonces rival, Carlos Mesa.
Pero el escrutinio fue interrumpido abruptamente después de 24 horas. Cuando se reanudó, los resultados daban como ganador en primera vuelta al entonces mandatario.
El cambio en la tendencia desató fuertes protestas en Bolivia, por las sospechas de irregularidades en la votación.
Morales renunció el 10 de noviembre de 2019 y salió del país. La entonces vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió el mando como presidenta interina.
Al cierre de esta nota, Evo Morales seguía en Argentina, desde donde ha insistido en regresar a Bolivia apenas se confirme a Luis Arce como presidente.
El programa Newshour, de la BBC, habló con Luis Arce.
Aquí una transcripción de la entrevista.
¿Cómo planea unir a un país tan dividido?
Desde mi punto de vista lo único que está dividido son los intereses de la gente. Cuando vez que un país está dividido ante políticas, o partidos o lo que sea, todo eso son solo intereses de clases.
Pero a causa de la pandemia, todos empezaron a sentir que la economía no está yendo bien, que hay algo mal, que el modelo neoliberal que implementaron en noviembre de 2019 no está yendo bien.
La gente tenía más beneficios en nuestro modelo. Así que los intereses se están volviendo más del lado social, que del lado de la derecha, que quiere mantenerse en el modelo neoliberal, pero los beneficios son para los empresarios y los ricos.
Usted ha explicado que hay una profunda diferencia económica, filosófica, entre usted y sus oponentes. Entiendo eso. Pero también debe aceptar que hay una profunda falta de confianza por parte de aquellos que no lo apoyan a usted y al MAS y a Evo Morales. Ellos creen que el hecho de que él haya dicho que va a regresar muestra que hubo un abuso de poder y de que hubo corrupción. ¿Cómo los va a persuadir de que va a ser diferente esta vez?
Mire. La corrupción ha sido creada en este gobierno de un partido de derecha. Así que la corrupción no es la clave de las diferencias entre las dos ideas sobre el estado boliviano.
En lo que tenemos diferencias es en lo que hacemos con el estado…
Solo para estar claros, Sr. Arce, perdone que lo interrumpa. Pero hubo muchos casos de corrupción durante los años de Morales en el poder. Sería un poco difícil asegurar que no hubo corrupción.
No, no. No estoy diciendo que no hubo corrupción. Incluso mandamos a la cárcel a un militante del MAS que había robado.
Pero en este gobierno también encontramos corrupción, pero el sujeto todavía está ahí, y nadie hizo eso [mandarlo a la cárcel], así que hay diferencia.
Pero aún así habrá mucha gente en Bolivia que dirá que el abuso de poder más evidente fue en 2016, cuando Evo Morales celebró un referendo preguntando «¿ustedes, el pueblo de Bolivia, quisieran abolir los límites a los periodos presidenciales?» y la gente claramente dijo que no, así que él decidió llevar esa decisión a la corte, que la anuló y después, como usted sabe, en 2019, las elecciones, en las que él participó, fueron muy controvertidas en los términos en los que fueron manejadas y por las acusaciones de fraude. Así que mi pregunta es: ¿cómo va a persuadir a esta gente que duda de sus credenciales de que usted estará actuando de manera libre y justa?
Bueno, hay dos cosas. No puedo evitar hablar de lo que usted ha dicho, pero no hay hechos, usted sabe.
El MAS es un partido mayoritario y los votos ayer lo demuestran de manera muy clara. Somos mayoría. Más del 50%.
Por supuesto, el año pasado no hubo ningún fraude. Fue un golpe de Estado por los partidos de derecha, que nunca nos pueden ganar en elecciones. La única manera en la que pueden alcanzar el poder es por un golpe de Estado.
En segundo lugar, lo que vamos a hacer con la gente [que duda] es que trataremos de hablar con ellos y trataremos de construir algunos puentes entre lo que quieren hacer y lo que necesitamos hacer, para superar todas estas crisis que los partidos de derecha han creado en mi país.
¿Cuándo espera que Evo Morales regrese a Bolivia?
No sé, tiene que preguntárselo a él.
Usted debe haber hablado con él.
Sí, pero no soy él, ¿sabe?
¿Qué le ha dicho a usted? Vemos reportes de que está diciendo que una vez que se confirme que usted es el presidente, él regresará al día siguiente. ¿Es correcto eso?
Bueno, él dijo eso. Pero ahora es el día después de la elección y él no está aquí en Bolivia.
Claro. Pero la razón por la que hago esta pregunta es que mucha gente está preguntando si, en algún sentido –no quiero ser irrespetuoso, pero eso es lo que la gente está preguntando– si es que usted va a ser usted mismo o si va a ser la marioneta útil de Evo Morales.
Yo tampoco voy a ser irrespetuoso, pero lo he dicho muchas veces: no soy Evo Morales. No soy Evo Morales.
Obviamente, él es una figura muy poderosa. Tiene un gran grupo de seguidores. Ha dicho «siento que mi tarea ahora es dedicarme a la experiencia de las luchas de formar nuevos líderes». Parece que está muy interesado en ejercer el poder de alguna forma.
Dijimos que teníamos que tener renovación en el MAS, para la gente joven. Si Evo Morales quiere ayudarnos, será muy bienvenido. Pero no significa que Morales estará en el gobierno. Será mi gobierno. Si quiere volver a Bolivia y ayudarnos, no hay ningún problema.
Él va a decidirlo. Yo no lo voy a decidir por él.