Si esto es ahora, ¿cómo será mañana?

Si esto es ahora, ¿cómo será mañana?

Si esto es ahora,  ¿cómo será mañana?

Rafael Molina Morillo, director de El Día

Días turbulentos son los que ha tenido que vivir el país en los últimos tiempos. Por alguna extraña razón que sabrán explicar los sociólogos, la sociedad dominicana está siendo agredida como nunca por una creciente oleada delincuencial que, lejos de ser enfrentada con eficacia por los organismos públicos correspondientes, es alimentada por éstos mediante vergonzosos y mal disimulados contubernios.

A la inseguridad social producida por los crímenes y delitos comunes que mantienen en zozobra a la nación, hay que sumar otros dos elementos negativos que nos empujan aún más hacia el abismo, a menos que, sin pérdida de tiempo, se promueva una contraofensiva seria que involucre a todos los dominicanos conscientes y responsables para detener el tsunami que se nos viene encima.

Los males adicionales a los que me refiero son, en primer lugar, el imperio de las drogas y el narcotráfico, cuya incidencia cada vez más profunda está destruyendo lo que queda de los maltrechos valores morales que nos legaron nuestros padres y abuelos.

La segunda plaga a la que hago referencia es el prematuro inicio de la actividad política, con su secuela de insultos, irrespeto, zancadillas, deslealtades y mentiras.

Estamos todavía a más de un año de distancia de las elecciones y desde ya no es posible entablar una conversación o desarrollar alguna idea noble o progresista que no termine contaminándose con la politiquería barata que parece dominar todos los escenarios.

Esta situación monotemática distrae la atención nacional, que debería concentrarse en la búsqueda de soluciones a tantos problemas urgentes que nos aquejan.

Si esta es nuestra situación ahora, ¿qué nos depara el futuro?



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