Los ingresos multimillonarios que están generando los combates de exhibición que disputan viejas glorias del boxeo, la casi totalidad, excampeones mundiales, está generando un proceso que se podría tornar peligroso para el presente y futuro de esa disciplina.
El primero que llamó poderosamente la atención y que generó ganancias excesivas que pusieron en “alerta” a otros púgiles, fue el “enfrentamiento” entre Mike Tyson, una de las figuras más conocidas mundialmente, contra Roy Jones, un ex campeón mundial en varias categorías.
Como era de esperar, porque “eso se caía de la mata”, Floyd “Money” Mayweather no podía quedarse atrás, teniendo en cuenta que es ahora un promotor de primer nivel, con la ventaja que vende todo lo que se le antoja.
Y tuvo la visión de poner como su rival a Logan Paul, uno de los Youtubers más populares del mundo, lo que le garantizaba a ambos bolsas multimillonarias.
El “combate”, si así se le puede llamar, arrojó ganancias multimillonarias mediante el sistema de PPV, dado que lo compraron más de 1.3 millones a 49.5 dólares.
Horas después, conociendo los resultados económicos extraordinarios , Jake Paul lanzó un reto al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, el más cotizado púgil activo de la actualidad, ya que ha ganado ocho títulos mundiales, vaticinando que si pelea con él, “se lo va a comer vivo”.
Aunque Jake tiene más experiencia que su hermano Logan, este sería otro “show” que bien promocionado también dejaría ganancias extraordinarias.
La pregunta obligada es, si este tipo de espectáculo le está haciendo bien al boxeo. Definitivamente, estoy convencido que no.