El pitcher abridor de los Angelinos de Los Ángeles Shohei Ohtani lanza en el primer inning contra los Rangers de Texas durante su juego de béisbol, el lunes 26 de abril de 2021 en Arlington, Texas. (AP Foto/Richard W. Rodriguez)
ANAHEIM, California, EE.UU.- El único talón de Aquiles en el asombroso Shohei Ohtani estos días es su control cuando le toca lanzar, y eso es algo que desquicia al versátil astro de los Angelinos de Los Ángeles.
Aunque está teniendo un inicio sensacional en una temporada sin comparación alguna en el último siglo del béisbol, el japonés ha concedido 19 bases por bolas en cuatro apariciones desde el montículo.
Ohtani se ha establecido como uno de los mejores bateadores de las mayores, así como uno de los pitchers más fascinantes en el tramo inicial de su cuarta campaña en Estados Unidos. Sigue siendo un perfeccionista, casi sin otros pasatiempos o intereses personales, salvo los videojuegos.
Vive pendiente de de mejorar. Mientras sigue acumulando cuadrangulares (lidera las mayores con 10, con su bate) y ponches (30, con su brazo), dejando atrás las cifras de Babe Ruth cuando éste llego a los Yanquis como un pelotero de dos dimensiones hace 101 años, Ohtani no encuentra explicación a su descontrol, sobre todo en el primer inning, que es cuando ha expedido ocho de esos boletos.
“Creo que estoy tratando de apresurar todo y sacar el inning lo más pronto posible“, dijo Ohtani. “Tengo que calmarme y no ir tan de prisa”.
El béisbol es un deporte de parsimonia. Los prospectos se transforman en titulares fijos y los titulares pueden perfilarse como leyendes — usualmente tomando meses y años, no días o semanas.
Casi tres años después desde que su segmento como lanzador en una asombrosa campaña que fue consagrado como Novato del Año en la Liga Americana acabó con una desgarro de ligamentos en el codo, precisando de una cirugía reconstructiva, Ohtani paulatinamente se ha erigido como un pitcher singular.
Los Angelinos entendían que iban tomar varios años para hacer realidad el sueño de Ohtani de convertirse en el pelotero más consistente en ambas funciones. Pero el japonés ha alcanzado ese territorio inhóspito esta primavera. Con una efectividad de 2.41 como pitcher que complementada por los mejores números de poder en el plato, Ohtani ha sido el pelotero trascendental en 2021 que él y los Angelinos pacientemente esperaban que iba a ser. Los siguientes objetivos son consistencia, longevidad y salud para un talento extraordinario, alguien que sólo ha sido frenado por las lesiones.
“Todo lo hace tan bien“, dijo el mánager de los Angelinos Joe Maddon, quien alentó a Ohtani que jugara todos los días esta temporada. “Es tanta la adrenalina positiva que tiene consigo ahora mismo, así que hay que sacarla toda”.
Ohtani batea para .276 con 26 impulsadas y .952 de OPS como el bateador designado fijo de los Angelinos, conectando con fuerza élite y reduciendo sus ocasionales swings a lanzamientos malos.
Llegó a los 10 jonrones el jueves pasado, eclipsando su total de la pasada campaña en 44 juegos, igualando a J.D. Martínez (Boston) y Ronald Acuña Jr. (Atlanta) por el liderato de las mayores. Añadió un par de dobles remolcadores el viernes pasado contra los Dodgers de Los Ángeles, los actuales campeones de la Serie Mundial.
También corre de forma excelente en las bases — 14to en las mayores en el máximo sprint la semana pasada, y sus seis seis bases robadas lo tienen entre los 10 mejores.
En la lomita, Ohtani cuenta con una recta de 100 mph, un slider y una curva venenosa — pero también tiene otro pitcher con una temida reputación.
Es su splitter, que cuando lo ejecuta de manera adecuada es casi que imbateable, generando 17 swings sin contacto, cinco fouls y un rodado débil en 23 swings esta temporada.
En cuanto al control de Ohtani, Maddon anticipa una mejora una vez que el derecho sepa administrar la euforia al momento de iniciar un juego y la fatiga al final de una faena. “Señor, cuando sepa tener un mejor control de la recta y tenga más resistencia para lanzar, yo lo veo tirando fuerte unos 100 pitcheos“, dijo Maddon.
En Ohtani, los obsesionados con las estadísticas han encontrado a alguien que todo el tiempo alcanza hitos con ribetes estrambóticos, no visto por décadas o simplemente inéditos. Ohtani recientemente se convirtió en el primer jugador desde 1900 con 30 ponches y 10 jonrones conectados en los primeros 30 juegos de su equipo. Ohtani y Ruth son los únicos jugadores en la historia con temporadas de 30 ponches y 10 jonrones — y ambos lo hicieron dos veces — con una diferencia de 100 años. Y el mes pasado, Ohtani fue el primer líder de jonrones en las mayores en tener una apertura como lanzador desde que Ruth lo hizo el 13 de junio de 1921.