BEIJING.- Shanghái se aferró el miércoles en la estrategia política china de “cero COVID”, al día siguiente de que el responsable de la Organización Mundial de la Salud dijera que no es sostenible e instara a China a cambiar de sistema.
Aunque la ciudad más grande de China está conteniendo su brote de COVID-19, cualquier levantamiento de las medidas de control podría permitir un repunte, dijo a la prensa Wu Huanyu, subdirector del Centro de Shanghái de Control de Enfermedades.
“Si relajamos nuestra vigilancia, la epidemia podría repuntar, de modo que es necesario aplicar de forma persistente el trabajo de control y prevención sin relajarse”, dijo.
Wu no hizo mención a los comentarios del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que dijo haber mantenido conversaciones con expertos chinos sobre la necesidad de cambiar a una nueva estrategia ahora que se sabe más sobre el virus.
“Cuando hablamos de `cero COVID’, no creo que eso sea sostenible, dado el comportamiento del virus ahora y lo que esperamos en el futuro”, dijo Tedros el martes en una conferencia de prensa.
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Tedros ofreció su conferencia con Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, que dijo que todas las medidas de control pandémico deben “mostrar el respeto debido a los derechos humanos e individuales”.
Los países, dijo Ryan, deben “equilibrar las medidas de control, el impacto en la sociedad, el impacto en la economía. No siempre es un cálculo fácil de hacer”.
El Partido Comunista que gobierna China ha controlado con firmeza toda la conversación sobre su controversial estrategia, que pretende erradicar por completo los brotes, y dijo que no toleraría críticas.
Los medios, totalmente controlados por el estado, no reportaron los comentarios de Tedros y Ryan y las referencias a sus declaraciones en la internet china parecían haber sido eliminadas por censores.
La inmisericorde y a menudo caótica aplicación de las políticas de cero COVID han provocado un resentimiento considerable en Shanghái, donde algunos vecinos llevan más de un mes confinados.
Para el miércoles, más de dos millones de personas de la ciudad seguían confinadas a sus complejos residenciales, mientras que la mayoría de los otros 23 millones de personas han visto ligeramente relajadas las restricciones.
Sin embargo, la reapertura parecía haberse detenido a pesar de que las cifras de casos nuevos seguían bajando en la ciudad que alberga el puerto de más actividad del país, la principal bolsa y miles de firmas chinas y extranjeras. Además del coste humano, mantener la línea de cero COVID mientras otros países relajan restricciones y tratan de vivir con el virus se está cobrando un coste económico.
Pero el partido que lidera Xi Jinping no muestra intención de recalcular, dentro de sus esfuerzos por garantizar la estabilidad y asegurar su autoridad antes de un importante congreso del partido este otoño.