SGN afirma 50% barrios costeros Distrito son vulnerables tsunamis

SGN afirma 50% barrios costeros Distrito son vulnerables tsunamis

SGN afirma 50% barrios costeros Distrito son vulnerables tsunamis

Santiago Muñoz, María B. Roque y Yésica Pérez. Elieser Tapia.

SANTO DOMINGO.-Cerca del 50 por ciento de los barrios costeros capitalinos, y otros céntricos en zonas organizadas, son de alta vulnerabilidad frente a eventuales tsunamis, debido a la informalidad con que se han construido sus viviendas y en ocasiones por la fragilidad de los suelos.

Entre las zonas de mayores riesgos figuran Güibia, La Ciénaga, Gualey, entrada del Ozama, La Zurza, así como Manresa, zona de Haina, Los Praditos y la Yuca, en Naco y El Manguito.

De acuerdo con un estudio de vulnerabilidad física de las construcciones del Gran Santo Domingo por parte del Servicio Geológico Nacional (SGN), en esos nichos vulnerables urbanos pueden ocurrir pérdidas de vida y daños incalculables a propiedades ante ese tipo de fenómenos.

La información la ofreció el director del SNG, Santiago Muñoz, junto Yésica Pérez y María Bethania Roque, encargadas de los departamentos de Dinámica de los Estudios Sísmicos, y de Vulnerabilidad y Uso de Suelo, al hacer una retrospectiva del tsunami de Matancita (Nagua) de 1946 y otro en La Trinchera de los Muertos en 1751 (Haina), luego de la ocurrencia de terremotos.

En ambos casos hicieron un modelaje o levantamiento topográfico para determinar el relieve o fallas del mar y conocer en qué tiempo podrían las olas alcanzar áreas vulnerables y que sus poblaciones puedan adoptar medidas preventivas.

“En la batimetría que hicimos en el Gran Santo Domingo y el borde costero indica que hay dentro del mar un farallón que puede mitigar las olas de tsunamis y por ende el daño no sería tan grave”, dijo Muñoz.

El SGN trabaja en coordinación con el Centro de Operaciones de Emergencias, alcaldías y las comunidades para dar a conocer la idiosincrasia o vulnerabilidad de las comunidades.

Alerta

— Rutas evacuación
Yésica H. Pérez destacó la necesidad de crear estrategias y rutas de evacuación. “Se ponen puntos convergentes en los que la gente vaya a un ritmo adecuado, calculando el tiempo de subida del mar, de diez o 15 minutos”.