El comportamiento de la persona adolescente tiene estrecha relación con las informaciones y conocimientos adquiridos desde antes y durante esa etapa que contiene el desarrollo de sus órganos genitales y de su intelecto.
Es la etapa donde comienza sus funciones reproductivas, además. Primera menstruación (menarquía), ya puede la chica embarazarse y el joven embarazar desde su eyacularquía (primera eyaculación).
Estos jóvenes tienen necesidad de conocer los procesos por los que están transitando, para así lograr enfrentar las situaciones que se les presenten.
La autoestima, el desarrollo de la personalidad, sus conocimientos de educación sexual, la confianza con los padres y en ellos mismos, son determinantes en las tomas de decisiones de ellos y en la actitud frente a situaciones que se les presenten.
Todos estos factores se establecen primero en la dinámica y estructura familiar a la que pertenecen.
Es prioritario que los padres y escuelas se preparen para abordar con efectividad y afectividad, los temas sexuales con la persona adolescente, temas como los impulsos sexuales, identidad sexual, desarrollo sexual, la intimidad sexual, el embarazo, las infecciones de transmisión sexual, el deseo sexual, el acoso y violación sexual, deben ser tratados con franqueza y asertividad.
Así estos jóvenes desarrollan la capacidad de defenderse, cuidarse y denunciar una situación antes que sea tarde.
La importancia de una buena educación sexual provee a estos jóvenes el desarrollo de comportamientos sexuales sin o con pocos riesgos, como son el inicio de actividades sexuales a destiempo, embarazos indeseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), entre otros.