Santo Domingo.- La adolescencia es un proceso de individuación de carácter psicológico y cambios fisiológicos.

Entre los 12 y 14 años chicos y chicas comienzan a preocuparse por su aspecto físico. Ya están conscientes de su sexualidad. Las hembras comienzan a adornarse resaltando sus atributos físicos, tornándose coquetas, centrándose en lo sentimental y los varones se enfocan en lo erótico.

En relación a las emociones, se producen muchos sentimientos de tristeza por cualquier nimiedad. Se aíslan un poco de los familiares, se enamoran con facilidad y de la misma forma se desenamoran.

Sufren mucho cuando no son correspondidos o la relación no se adapta a las fantasías e idealizaciones que se han hecho mentalmente. Esta es un etapa de rebeldía, generalmente hacia los padres y adultos, sin embargo, por mucho que protesten, siguen confiando en ellos.

Se produce un incremento en el pensamiento racional, tendencia al autoanálisis y a la interiorización, por lo que van a entrar en contradicción con padres y profesores. Se vuelven muy susceptibles, no soportan las crítica ni las bromas.

Están creciendo y desarrollando su intelecto y exigen se les respete. Las hembras ya a los 14 años están desarrolladas físicamente, han tenido su menarquia (primera menstruación) y los varones están en pleno desarrollo muscular y han tenido su primera eyaculación nocturna.

Importante que los padres sean comprensivos, estén siempre cerca física y emocionalmente para apoyarlos e informarlos. Es primordial desarrollar la confianza y demostrar interés en ellos, aunque respetando su privacidad.