Santo Domingo.-Haber nacido prematuro, con menos de siete meses y dos libras y cuarto de peso, le ha hecho ser un hombre con un amplio nivel de tolerancia en los momentos de crisis. Un hombre que le gusta vivir y disfrutar la vida, y que lucha cada día por el bienestar común.
Así se describe Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), organización no gubernamental que apoya, desde la perspectiva jurídica y ciudadana, los procesos estratégicos de reforma y modernización del Estado, orientados a consolidar la institucionalidad democrática.
“Vengo de una familia donde la edad es un rango, donde nos enseñaron el respeto de los menores hacia los mayores.
Nosotros como familia tenemos una relación muy sólida, aún cuando tenemos permanentemente diferencia de criterio, entre nosotros reina un respeto que a veces no veo a lo interno de familias que conozco”, dice.
Cree firmemente que la democracia no solo se construye desde la administración o los partidos políticos, sino desde la participación de la ciudadanía en los procesos, generando debates para cambiar lo malo por bueno y lo bueno por mejor.
Castaños Guzmán dice que ha llegado a la conclusión de que “el que no sirve no sirve, porque es fundamental tener vocación al servicio.
Eso hace mucha falta aquí, y hay una generación que no lo tiene porque se suspendió la educación cívica y moral por educación sexual y eso trajo sus inconvenientes”.
Vigilantes del Estado
Asegura que desde que llegó a la Finjus siempre han estado vigilantes de cómo se comporta el Estado, haciendo aportes concretos cada vez que se dan procesos de reforma.
Importancia de intervenir
Dice que el país y la clase política de hoy entienden mejor la importancia de que sectores de la sociedad intervengan en los procesos de cambio.
“Antes, la clase política veía a los sectores de la sociedad como que se entremetían en sus asuntos, pero eso cada vez se da con menor frecuencia.
Nosotros hemos tenido participación en el Congreso Nacional, en muchas de las leyes y también en la propia Administración Pública; con los actores del sistema de justicia”, expresa.
Asegura que la grandeza de la Finjus es que no defiende posiciones sectoriales, sino del país, porque se formó para aportar al fortalecimiento institucional y de las instituciones democráticas en el país.
Informó que la Finjus está entre las 100 primeras fuentes de pensamiento del continente americano, incluyendo Estados Unidos, y en el país es una de las instituciones que más publicaciones ha hecho en los últimos 10 años; aún más que las universidades.
Explica que esa institución es un centro de investigación, que cuenta con investigadores, cientistas, sociólogos y psicólogos y tiene varias universidades internacionales como socios.