Sermón de las 7 Palabras cuestiona política ambiental, seguridad y salud

Santo Domingo.-La Iglesia católica protestó en contra de las políticas públicas implementadas en medio ambiente, salud, delincuencia, inseguridad vial, la violencia intrafamiliar y el asistencialismo, cuestionando el estado actual de estas áreas en República Dominicana.

Ocurrió en el tradicional discurso impartido en Viernes Santo denominado Sermón de las Siete Palabras y que se sustenta en expresiones de Jesús pronunciadas en sus últimas horas de vida.

Dos párrocos, tres diáconos, una monja y una coordinadora de pastoral juvenil exegetizaron los pronunciamientos del maestro galileo transformándolos en reproches y llamados a las autoridades y a la población en sentido general.

Medioambiente
Con tono enérgico, se advirtió sobre la alta fragilidad ecológica de la isla y la urgente necesidad de frenar actividades que comprometen los recursos naturales.

La Iglesia lamentó que muchas personas contribuyan, a veces inconscientemente, al daño ambiental, mientras otros actúan con pleno conocimiento e indiferencia.

Se citaron los casos de explotación minera en zonas sensibles como Cuance, San Juan y Cotuí, donde se han generado conflictos sociales por falta de diálogo transparente entre el Estado, empresas y comunidades.

“No es donde salga más barato, es donde se pueda realizar”, señalaron, criticando la militarización de protestas comunitarias y exigiendo políticas ambientales centradas en el respeto a la vida y la sostenibilidad.

Sistema de salud
La homilía continuó con una crítica al sistema de salud nacional.
Enumeraron siete grandes debilidades: la falta de atención primaria, altos costos de servicios y medicamentos, baja inversión pública, salarios insuficientes, déficit de personal, problemas estructurales y hospitales deteriorados.

Se preguntaron por qué el sistema 911 ha perdido eficacia y denunciaron la malversación de fondos destinados a salud mental y medicamentos de alto costo.

“¡Ay de quienes roban lo que es para los enfermos!”, expresaron, exigiendo una reforma profunda y urgente.

Violencia y delincuencia
La tercera reflexión abordó la inseguridad ciudadana que azota al país.
“Nos han robado la paz”, dijeron, describiendo cómo caminar por las calles o usar el transporte público se ha convertido en un acto temerario.

Criticaron la inacción de las autoridades ante el auge de la delincuencia, alimentada por la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades para los jóvenes.

La violencia, advirtieron, no sólo hiere el cuerpo, sino que desgarra el tejido social y anula el porvenir de generaciones enteras.

Inseguridad vial
Las alarmantes cifras sobre siniestros viales fueron el centro de esta palabra.
Se recordó que el país lidera la región en accidentes con lesionados y muertes por tránsito. Se denunció la circulación de vehículos pesados en mal estado, el irrespeto a las señales y la falta de civismo en la conducción.

“Parecemos estar en un videojuego, donde cada quien maniobra para sobrevivir”, señalaron.
Se pidió una revisión cultural, educativa y normativa urgente, para que la seguridad vial deje de ser una utopía y se convierta en una realidad alcanzable.

Sistema penitenciario
El clamor de los privados de libertad fue representado en esta palabra.
Aunque se reconoció la apertura de la cárcel de Las Parras, se cuestionó el hacinamiento extremo y la mora judicial que mantiene a miles de personas sin condena en condiciones infrahumanas.

“Una celda para 40, alberga 200”, denunciaron. Además, señalaron la precariedad en la atención médica dentro de los recintos y la urgencia de aplicar justicia oportuna como única vía para dignificar la vida carcelaria.

Asistencialismo
Lejos de celebrar un “todo cumplido”, esta palabra fue un llamado a superar la cultura del asistencialismo.
La oradora, se preguntó si desde la Iglesia y el Estado se promueve realmente una economía solidaria que respete la dignidad del trabajador y fomente el desarrollo.

Se exhortó a dejar atrás las ayudas clientelistas y transitorias, e impulsar políticas estructurales que eliminen la dependencia y promuevan la autonomía económica.

“¿Realmente estamos promoviendo una sociedad justa o estamos perpetuando la desigualdad?”, cuestionaron.

Violencia intrafamiliar
La última reflexión fue una súplica urgente contra los feminicidios y la violencia dentro de los hogares.
Se pidió que todas las instituciones, desde el Estado hasta las familias, elaboren y apliquen políticas concretas de prevención, educación y acompañamiento a víctimas.

“No se trata de campañas momentáneas, sino de un cambio de conciencia nacional”, afirmaron.

Balance

2 Mujeres.
Leyeron la sexta y séptima palabras: Carmen Dolores Ferrer y Bárbara Suárez. Cinco hombres lo iniciaron.

Trabajar juntos

— Prevenir tragedias
Durante la lectura del Sermón de las Siete Palabras, los líderes religiosos llamaron a los medios, escuelas, iglesias y autoridades a trabajar juntos para salvar vidas, restaurar hogares y prevenir más tragedias.

Domingo de Resurrección
Celebración. La Iglesia católica celebró ayer uno de los cultos más importante de la cristiandad: la Resurrección de Jesucristo, con una solemne eucaristía con la que pone fin a la Semana Santa.

¡Aleluya, aleluya, Cristo ha resucitado!… proclamó el párroco Nelson Clark de la Catedral Primada de América, con motivo del Domingo de Resurrección, donde, al igual que en el resto de las iglesias a nivel nacional, acudieron cientos de devotos católicos.

En su homilía, dijo que muchas personas se han cuestionado donde esta Dios ante la tragedia ocurrida en la discoteca el Jet Set el pasado día 8, donde fallecieron más de 230 personas.

Al presidir la solemne eucaristía del Domingo de Pascua, instó al a feligresía a llenarse de esperanza y alegría.