Se puede ser todo lo experto que se quiera, pero la realidad es que una Serie Mundial entre los Diamondbacks de Arizona y los Rangers de Texas ha constituido para todos la más grande sorpresa d el béisbol de las Grandes Ligas en las últimas décadas.
Y es que ambos conjuntos realizan una escasa inversión económica, en especial los representantes del desierto de Arizona.
Hay que recordar que la nómina de los Diamondbacks es la quinta más baja de todas las Grandes Ligas, con apenas 119,2 millones en 2023; empero, esto no fue óbice para llegar a la cúspide, lo que demuestra una vez más que en béisbol el dinero no garantiza coronas.
Y si esto último fuese cierto, los Yankees, Dodgers, Mets, San Diego siempre estarían en las finales.
Los Rangers esta temporada se despojaron de su “tacañería” e invirtieron unos 233 millones, más del doble que sus rivales.
El mayor salario de los Diamondbacks lo recibe el dominicano Ketel Marte, con 11 millones por año.
Lo que si es seguro es que esta Serie Mundial no tendrá un gran rating de audiencia, por ser dos conjuntos que no tienen el seguimiento de los equipos ubicados en ciudades como Nueva York, Los Angeles o Boston.
Sin embargo, esto no será óbice para que sea de primer nivel en lo competitivo, porque a una Serie Mundial no se llega siempre por pura casualidad, hay que tener consistencia y calidad.
Creo que la capacidad de los dirigentes para mover a sus jugadores será determinante, y en ese aspecto, Bruce Bochy, de los Rangers, le lleva a Torey Lovullo.
Pero como dice el refrán, “en béisbol no hay nada escrito y cualquier cosa puede pasar, y por que de cualquier yagua sale tremendo alacrán.