Dimaggio Abreu.
La rivalidad entre la fanaticada de nuestra pelota invernal ha devenido en la falta de apoyo compacto al representante de turno en la Serie del Caribe, que por fortuna, no se copió con los Gigantes del Cibao, el que todos asumimos como el equipo de República Dominicana.
De ahí el gran éxito de asistencia al clásico de 2022 en Santo Domingo. En las tertulias, por más distendidas o ríspidas que resulten, casi nadie se pronuncia de manera abierta, mucho menos por un medio electrónico, pero se percibe al menos indiferencia con la suerte que pueda correr el conjunto criollo, si no son sus propios seguidores.
Cuando Licey es el campeón, a aguiluchos y escogidístas no les sienta bien una nueva corona regional para no tener que soportar el regodeo de los azules de proclamarse como los reyes del Caribe (10 títulos). Los liceístas tampoco disfrutan con una coronación aguilucha, pues quieren evitar que los cibaeños de Santiago (6) les alcance como hicieron en el campeonato nacional (22 cada uno). Otro tanto se podría afirmar con los escarlata.
A la luz de lo dicho es que, pensamos, que se dio el fracaso de las dos versiones previas en Santo Domingo (2012 y 2016) con el Escogido como representante, por los altos precios de boletas, comidas y bebidas y porque el conjunto rojo quizá no cuenta con tantos seguidores dispuestos a acudir al Quisqueya.
El apoyo de todas las enseñas a los Gigantes y un arranque ganador se unió a la excelente organización que desplegó la LIDOM del presidente Vitelio Mejía para que se lograra el exitazo que fue la SC este 2022. La asociación con ADCIO Media de Rafael Almánzar y Virgilio Rojo para la comercialización, le puso la cereza al pastel.
A vista de nuestra mejor SC resulta incomprensible que la Confederación del Caribe (CBPC) presidida por Juan Puello Herrera y sus patrocinadores pretendan dejar a RD sin el clásico hasta 2029, a costa de otorgar dos por unidad a México y Miami.
Pero ese acuerdo se hizo a la luz de los fracasos de 2012 y 2016 y sin contar con lo que sucedería entre el 8 de enero y 3 de febrero. La Confederación se dio un plazo de 15 días para tratar de revertir tal decisión y volver con una sede a la capital dominicana dentro de cuatro o cinco años.
Si no se obtempera antes de las elecciones de la CBPC pautadas para el 2023, la continuidad –si persistiera- de Juan Puello al frente del organismo, que data desde 1991, estaría seriamente comprometida.
Menuditos: Vitelio Mejía sigue marcando diferencia al frente de la LIDOM, como lo demostró el rotundo éxito de la Serie del Caribe… Suele suceder cuando se rodea de un personal efectivo, como Valentín Contreras, que es como un pelotero de cinco herramientas y que también lanza… De un Jorge Torres, con su enorme experiencia; y un Satosky Terrero en prensa, que se graduó con altas calificaciones. Hasta la próxima.
