MELBOURNE, AUSTRALIA.-. Fue un retorno excepcional para Serena Williams en el Abierto de Australia. Casi como si no se hubiera ido.
En su primer partido en Melbourne, tras ganar el título en 2017 cuando estaba embarazada de su hija _el primero oficial tras la caótica derrota en la final del Estados Unidos en septiembre_ Williams pareció estar en su mejor momento al imponerse ayer por 6-0, 6-2 a Tatjana Maria en la primera ronda.
Williams no se había metido en las aguas de un Grand Slam desde Nueva York, donde terminó mal luego que recibiera una advertencia por recibir instrucciones de su entrenador, le descontasen un punto por romper una raqueta y eventualmente le quitaron un juego por tildar de “ladrón” al juez de silla durante la final.
El serbio Novak Djokovic, líder de la clasificación mundial, venció con comodidad en su estreno en el Abierto de Australia al estadounidense procedente de la previa Mitchell Krueger, del mismo modo que lo hicieron el español Rafael Nadal (2) y el suizo Roger Federer (3), sus principales rivales.
Krueger golpeó primero y logró la primera ruptura del partido frente a un Djokovic que parecía confiado.