Los Juegos Nacionales parece que van en serio en la provincia Hermanas Mirabal.
Varios encuentros entre el Comité Organizador y el ministro de Deportes, Danilo Díaz, así lo confirman.
Pero hay que decir claramente que estos juegos, que deben constituir la base fundamental para el desarrollo deportivo nacional, han sido hasta ahora, en parte, un fiasco, dado que se han gastado miles de millones de pesos en instalaciones, pero una gran parte de las mismas están abandonadas o subutilizadas.
Si no hay un compromiso real de las autoridades municipales donde se construyen, de hacerse cargo del mantenimiento de las obras, veremos a los pocos meses el mismo triste espectáculo que se ha escenificado hasta el momento con el abandono de las mismas.
También se debe dar seguimiento a los talentos que compiten, porque de lo contrario estos juegos no tienen razón de ser.
Que se sepa, ninguna federación deportiva ha hecho ese trabajo, por lo que atletas con grandes expectativas se quedan en el olvido.
Y si las cosas seguirán por el mismo camino, ¿para qué montar unos Juegos Nacionales? Porqué gastar millones de pesos si al poco tiempo lo que hay son elefantes blancos?
En este país los irresponsables no sufren ningún tipo de consecuencias, pero ya es hora de que eso ocurra, porque no se puede seguir permitiendo que los dirigentes solo busquen beneficios personales mientras ostentan posiciones que no quieren abandonar, aunque estén conscientes de que sus gestiones han constituido verdaderos desastres.
Este país no se puede seguir dando el lujo de construir para luego dejar abandonadas instalaciones y otro tipo de obras de relumbrón, y el caso más patético lo denunció ayer el periódico El Nacional en un reportaje sobre las precarias condiciones del Metro de Santo Domingo.
Sobre los Juegos Nacionales, hay un millón d e historias que contar, como decía el eslogan de la película “La Ciudad Desnuda”.