La separación de la pareja, de la esposa o del marido suele ser el antecedente del divorcio en verano debido a que se incrementa la convivencia, también lo hacen las separaciones en septiembre.
Dentro de la literatura científica se ha tendido a poner moralina sobre ciertos aspectos de este proceso.
Proceso de separación que tiene que ver con una crisis de pareja, de familia pero que no siempre es un hecho traumático sino que en muchas ocasiones es una oportunidad para reiniciar una nueva convivencia con nuestros familiares.
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Separación y divorcio: consultar con un psicoterapeuta
Sería recomendable consultar a un psicoterapeuta de pareja antes de tomar esta decisión. Una vez que se ha tomado la decisión a los menores se les debe de decir de manera muy natural que papá y mamá se quieren mucho pero que ahora ya no como pareja y que siempre van a quererles y que ese amor no va a cambiar nunca. Pero ahora la convivencia va a ser diferente y explicarles los cambios de manera optimista.
Es necesario que no se culpabilice al otro cónyuge de la separación y que los hijos no sientan culpa o responsabilidad de la decisión de sus padres.
Cuando comienza la nueva convivencia después de la separación/divorcio es necesario saber que se vive un duelo por lo “perdido” anteriormente.
Los adultos tenemos que intentar no desplazar nuestra frustración o sobreprotección hacia nuestros hijos menores ya que ellos nunca son los responsables de lo que ha pasado. También deberíamos de pensar en el bienestar del menor para no usarles como moneda de cambio contra el/la -ex.
Para no hacer daño a los hijos es bueno tener charlas ocasionales con nuestra ex pareja donde podamos continuar un proyecto educativo conjunto. Se hace necesario no hablar mal del otro cónyuge nunca delante de nuestros hijos. E intentar un criterio común para que cuando el hijo/a intente saltarse una norma sean ambos los que estén de acuerdo en llamarle la atención. Es habitual que los hijos busquen al padre/madre más laxo para saltarse las reglas.
Cuando aparece otra pareja
Otro hito para los hijos será cuando aparezca una nueva pareja para uno de sus padres, donde se puede poner en juego la negación de los hijos que pueden intentar chantajear a sus progenitores para que se mantengan sin un nuevo partenaire.
Es necesario entender las emociones que ellos nos relatan pero sin dejarnos alterar por sus ideas. Deben prevalecer las decisiones de los adultos frente al sentimentalismo u oposición de los hijos para mantenernos sin un nuevo compromiso.
Si los padres deciden y tienen claras las prioridades, los hijos van a recibir que la separación y divorcio puede ser un proceso más de la convivencia familiar.