El planeta, nosotros, luego de vivir estos últimos años tiempos tumultuosos, en los que siempre vemos la luz al final del túnel, lo que más nos ha dejado a muchos es claridad para los procesos vividos. Que los asuntos que creíamos podían esperar y que no encontraban resolución ya son una realidad que no puede esperar.
Eventos climatológicos, atención a la salud mental y física, la muerte, el cuidado ambiental, ya no son un cliché, es una realidad que nos atañe y de la que debemos ocuparnos ya.
¿Sentir?, sí, ya no nos podemos mentir, permanecer en lugares que no queremos o donde no somos bienvenidos, con compañías que no son beneficiosas, trabajar en algo que no es nuestra pasión o revivir un amor que ya murió.
¿El cuerpo? El mejor maestro que nos indica como un medidor lo que nos apetece o no, el malestar.
¿Te animas a sentir?