El poeta romano Tito Lucrecio Caro dijo que “si los sentidos no son veraces, toda nuestra razón es falsa”.
Afortunadamente, la razón permite el logro de conocimientos a través de la forma de interactuar del sujeto cognoscente con el objeto o realidad para llegar a la esencia de las cosas, que es la verdad.
Y la prueba de toda verdad reside en su eficacia al momento de confrontarla con la práctica.
Sentidos y razón deben aproximarse para evitar toda situación problemática, que es cuando no concuerdan la práctica y la teoría.