Leonel Fernández está enviando señales a su partido y al pueblo. Me preocupan. Desde la mecedora de mi abuelo, analizo los elementos a mi alcance.
Leonel es, prácticamente, presidente vitalicio del PLD; ha sido presidente de la República en tres periodos y aspira a un cuarto. Llegó de las manos de Juan Bosch para ayudar a “los hijos de machepa”, pero añoraba ser “tutumpote”.
El hecho de no soltar las riendas del partido es porque lo necesita para demostrar poder y fuerza; le permite ser “juez y parte”; la ambición se desborda.
Los aspirantes a presidente del país no lo mortifican; solo le asusta la posibilidad de que Danilo Medina quiera reelegirse.
La Constitución lo impide; Leonel se adelanta a movilizar lo que está a su alcance para evitar que la modifiquen; esa barrera legal es su tabla de salvación para alcanzar su meta.
Como presidente del PLD ha incentivado una fuerte crisis enel interior delpartido; está a punto de dividirlo, pero no le importa. Tampoco le importa alterar la paz social, más bien le satisface; de todo culparán al Gobierno y la posible reelección. Está concentrado en cerrar la puerta a Danilo y volver por cuarto periodo.
Danilo sigue sin hablar. En caso de que aspire a reelección, el proyecto de reforma constitucional debe ir al Congreso Nacional para su aprobación o no. Los seguidores de Leonel han tomado el entorno como escenario para protestar por esa posibilidad.
Leonel, presidente delPLD, no ha llamado sus militantes al orden; le conviene fomentar el desorden para atribuírselo al Gobierno. Las aguas se desbordan.
Reinaldo Pared, secretario general del PLD, presidente del Senado y precandidato presidencial, ha decidido hablar con Danilo y Leonel para evitar una crisis peor. Se reunió, por separado, con los dos.
Es señal ¡muy significativa! que Leonel lo recibiera en su Funglode, en lugar de hacerlo en el local del PLD. “Distancia y categoría”.
Es obvio, que no está pensando en lo que conviene al partido ni al país, sino a él. Funglode fue establecido para estar cerca de ricos y poderosos y lejos de pobres.
Danilo recibió a Reinaldo en el Palacio Nacional. Todavía no ha trascendido lo tratado con estos dos líderes.
El PLD debe serenarse. Por algún motivo los presidentes del Senado y Cámara de Diputados pidieran protección policial, “el horno no está para galletitas”. Pido a Dios que serene a Leonel.