SANTO DOMINGO.-«Si vivo o muero estoy en paz con Dios», esa fue una de las últimas frases que con energía le repitió la periodista de EL DÍA, Senabri Silvestre Castro, a su padre, sin tener la certeza de que su vida terrenal terminaría la tarde de este martes 9 de noviembre.
Ayer frente al ferretero en la Funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga, donde empezaron a velar sus restos, su papá Faustino Silvestre, narró las pruebas y batallas que ella en su vida, de 37 años tuvo que librar.
En efecto, la joven editora de las páginas de Nacionales y de Economía de este diario, vivió para convertirse, sin saberlo, en un ejemplo de superación tanto entre sus parientes, la clase periodística, así como para la comunidad de Andrés Boca Chica, su pueblo natal.
Al igual que su progenitor, José P. Monegro, director de El DÍA resaltó las cualidades , carácter fuerte, la entrega al trabajo y el esfuerzo de la colega para que lo que hacía le saliera bien.
Senabri, a quien le sobreviven sus dos hijos Sebastián y Sarah Vilar Silvestre, de 13 y 8 años de edad, fue definida como «un referente ético para la clase periodística» por Aurelio Henríquez, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
Allí otros colegas como José Beato, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Prensa, Víctor Bautista, Mario Antonio Lara, su compadre, y amigas Mayelin Acosta y Amarilis Castro, de la Sección de Economía del periódico Hoy, contaron de su determinación, la valentía con que encaró la enfermedad que le cobró la vida.
Testimonios
A raíz del embarazo y posterior parto de su niña, a Senabri se le detectó la aplasia medular, los médicos le informaron que necesitaría de seis donantes de plaquetas para superar el riesgo que se le presentó.
“Entonces le dijeron, una de las dos no va a vivir, y ella dijo: Bueno el Señor me dijo que yo iba a tener un proceso, pero que iba a salir de él”, rememoró el papá. A seguidas cuenta que cuando le hablaron del trasplante de médula, el doctor le dijo que el 70 por ciento muere, y ella dijo: Yo estoy metida dentro del 30 % que sobreviven”.
Fue así como salieron de la Plaza de la Salud a Washington, Estados Unidos y comenzar a tratarse con hemoglobina de caballo, es decir que alargó su vida sirviendo de experimento, regresando al país meses más tarde con sus padres.
“Dios la paró y vivió por nueve años, hasta el último instante cuando le determinaron en su último viaje a Estados Unidos que tenía hemoglobinuria paroxistica nocturna”, comentó Faustino.
Experiencias
Senabri logró importantes metas y disfrutó con sus familiares de todo en cuanto se propuso. Hoy estos se sienten orgullosos, y en la ceremonia póstuma en casa paterna de Andrés, contaron parte de esas experiencias, incluidos los viajes al exterior y en el país. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Municipal de Jubey.
Referencias
—1— Tributo
En el culto que le rindieron familiares y compueblanos, el alcalde Boca Chica, Fermín Brito, la definió como un ejemplo.
—2— Ciclismo
Johnna Flores, de Cycling Club, al que ingresó, dijo sirvió de motivación y positivismo.