Se realizaron paneles y exhibiciones.
GUATEMALA.-“En los últimos cinco años de comercio, Guatemala ha exportado un acumulado cercano a los US$608 millones y ha importado US$114 millones desde República Dominicana”.
Con estas palabras Luis Alfonso Bosch, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Industria de Guatemala, deja claro el gran potencial comercial que tienen ambos países, durante la primera Semana Dominicana en Guatemala.
Bosch destacó que las condiciones de las economías de ambos países son ideales para fomentar el intercambio comercial que ahora se potencia con el inicio de los vuelos directos que la línea Arajet iniciará a partir del 28 de septiembre.
Este evento, que fue una realidad gracias a la iniciativa de la Embajada de la República Dominicana en Guatemala, y el apoyo de Cámara de Industria de Guatemala, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala y Arajet, reunió delegaciones de ambos países en las áreas comercial, cultural, gastronomía y turismo en el hotel Westin Camino Real.
Posiciones privilegiadas
Ambos países pueden ser considerados como puertas a Latinoamérica y el Caribe por sus posiciones geoestratégicas, las cuales se deben aprovechar.
Así lo destaca la embajadora dominicana en Guatemala, Sara Paulino Cárdenas, resaltando los lazos culturales y comerciales entre ambas naciones, así como las diversas actividades que se están realizando para promover las bondades de República Dominicana en materia de comercio, inversión y turismo.
A lo largo de la semana se realizaron ruedas de negocios con grupos económicos de ambos países y charlas magistrales, paneles, reuniones B2B, actividades de networking, seminarios y visitas oficiales, entre otras actividades.
Más de 10 empresas dominicanas y más de 15 guatemaltecas participaron en las ruedas de negocios, a través de las cuales promovió la inversión y exportación entre ambos países, donde se ofrecieron licores, alimentos, cigarros, joyería, turismo y productos agroindustriales, además de distintos servicios.
Dos eventos privados fueron una cena gastronómica con el chef Martín Omar y cultural con la participación del Grupo Bonyé, y una noche del tabaco y ron.
